Page 117 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
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del MNA, trabajar con las comunidades de origen de las colecciones del museo, especialmente en exposi- ciones temporales en las que son los protagonistas, los miembros de una cultura determinada y no los profe- sionales del museo, los que deciden qué quieren expo- ner, cómo y cuál va a ser el discurso de la exposición (Alonso, 2019: 129-134). En este caso, algunos CHa- moru decidieron participar en la exposición y lo que querían mostrar, aunque no el cómo ni el discurso. En la exposición de 1887 había un jurado, cuyos miem- bros eran peninsulares, pero su finalidad era premiar los objetos que participaban, no decidir cuáles eran merecedores de formar parte de la muestra. Aunque la Comisaría Regia tenía potestad para decidir retirar objetos de la exposición (Exposición, 1887: 91).
Pese a lo positivo de la participación de los miem- bros de los pueblos representados en la selección de los objetos, no podemos olvidar los intereses colo- niales, los prejuicios y el eurocentrismo de la época, que están muy presentes en el planteamiento de la exposición y aparecen plasmados en su catálogo. El paternalismo colonialista queda patente en la carta que Víctor Balaguer dirige a los presidentes de las Subcomisiones provinciales, publicada en el catálogo, en la que indica cómo espera que «la Exposición sea un nuevo lazo de unión entre el pueblo filipino y la Península, fomentando las relaciones más íntimas en- tre ambos, y que el peninsular se acostumbre á no ver en el filipino sino á un hermano, al que está obligado á guardar las mayores deferencias y consideraciones por lo mismo que es menor y es más débil; así como el filipino no debe ver en la Península sino una madre cariñosa que se ha desvelado y desvela por elevarle á la altura de los pueblos más cultos y civilizados» (Ex- posición, 1887: 48).
En el catálogo aparece una reseña de la historia de las Marianas, que es parcial y solo tiene en cuenta el punto de vista de los colonizadores. Para la persona que la escribe, la historia de las islas comienza el 6 de marzo de 1521, cuando Magallanes llega a Guam (Exposición, 1887: 188-191). La única referencia a la cultura CHamoru anterior a la llegada de los europeos a las islas aparece en otro apartado del catálogo, en el que hablan sobre las piedras latte, los pilares que so- portaban las viviendas de la casta superior CHamoru y las construcciones en las que protegían sus canoas. Pero el autor no piensa que esos pilares pudieran ser obra del pueblo CHamoru, diciendo: «Se ignora cómo ni qué gentes han podido hacer aquellas construcciones» (Exposición, 1887: 142).
Al tratar los objetos de las Marianas y las Carolinas de la séptima sección, la dedicada a la industria y al co- mercio, escriben: «De Marianas y Carolinas figuran en esta Sección muestras de tejidos, de embarcaciones, de aparatos de pesca y otros objetos en suficiente número para dar idea de las industrias de aquellos remotos Ar- chipiélagos, cuya civilización se encuentra todavía más atrasada que en Filipinas» (Exposición, 1887: 491).
2. Las colecciones CHamoru que llegan al MNA
Al finalizar la exposición, algunas de las piezas son ad- quiridas y otras no son reclamadas por sus propieta- rios, pasando a formar parte del recién creado Museo- Biblioteca de Ultramar (García Llansó, 1897: 33). Allí permanecen hasta 1908, cuando cierra el museo y los objetos etnográficos son asignados a la Sección de An- tropología, Etnografía y Prehistoria del Museo de Cien- cias Naturales, futuro Museo Nacional de Antropología.
La mayoría de los bienes culturales proceden de la isla de Guam y se realizan con motivo de la exposición, por lo que están datados en torno a 1886-1887, pero también hay piezas arqueológicas del periodo Latte (900-1695), algunas de la isla de Saipán. Hay objetos de las secciones primera, segunda, sexta y séptima de la exposición.
2.1. Sección primera, «Naturaleza
de los territorios españoles en la Oceanía»
Las piezas del periodo Latte se expusieron en esta sec- ción y suponen una buena representación de algunos de los objetos más característicos de este periodo de la cultura CHamoru. En el museo se conservan tres azue- las de concha (CE2170, CE2171, CE6984; Figura 1), una punta de lanza de hueso (CE6976; Figura 40), once piedras de honda (CE2173, CE2174, CE2175, CE6978, CE6979, CE6980, CE6981, CE6982, CE6983, CE6985, CE6986; Figura 2), y una piedra (CE6977) inventariada como proyectil de honda, pero que no tiene la forma característica.
Las azuelas, llamadas higam o gachai en CHamoru, podían tener la hoja de piedra o de hima, concha de almeja gigante del género Tridacna. La azuela se em- pleaba para cortar, tallar y desbastar madera, era una herramienta imprescindible en la construcción de las canoas (Tolentino, 2021a; Villagomez, F., 2021; Cunnin- gham, 1992: 23, 55, 65; Thompson, 1945: 39).
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Las colecciones de las islas Marianas en el MNA y la Exposición General de las Islas Filipinas de 1887






















































































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