Page 30 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
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a las actividades e influencias del imperio español. No obstante, las tradiciones de estos emplazamien- tos sobrevivieron de diversas maneras. Asimismo, la historia de la región adoptó la forma de crónicas escritas a partir de la visita de Magallanes en el año 1521 d. C., constituyendo un reflejo fehaciente de la vida social más allá de la capacidad de los vestigios arqueológicos tradicionales en sitios y objetos aban- donados (Barratt, 2003).
Desde finales del siglo xix, la naturaleza explora- toria de la arqueología resultó fundamental a la hora de verificar el alcance de los yacimientos de las anti- guas aldeas latte a lo largo y ancho de las islas Maria- nas (Marche, 1889, 1982; Hornbostel, 1925; Yawata, 1945). En caso contrario, los conocimientos sobre estos yacimientos habrían seguido perdiéndose, tal y como había comenzado a ocurrir desde que estos emplazamientos cayeron en desuso a comienzos del siglo xviii. Los detalles de los yacimientos se han po- dido determinar gracias al conocimiento moderno y a la prospección de la superficie, a la que se suma un número limitado de excavaciones de prueba en las unidades sedimentarias asociadas a la superficie en esos mismos yacimientos. Desde las investigacio- nes de Alexander Spoehr en las Marianas (Spoehr, 1957), se ha utilizado la datación por radiocarbono para confirmar la antigüedad de los yacimientos latte y su estratigrafía, en algunos casos incluso del año 1000 d. C.
En comparación con los restos, abundantes y ex- tendidos, de las aldeas latte posteriores al año 1000 d. C, las oportunidades para conocer periodos ante- riores han sido mucho menos frecuentes. En algunos puntos de las islas Marianas, el terreno presenta una acumulación sedimentaria ínfima o nula y, por tanto, los únicos vestigios arqueológicos que han perma- necido intactos corresponden a la última época en que se utilizó cada emplazamiento, generalmente a mediados o finales del siglo xvii. Incluso en los po- cos espacios cuyo subsuelo entraña algún potencial arqueológico, las condiciones de la zona podrían no haber dado pie a un uso cultural del terreno, al de- sarrollo de estratos arqueológicos relevantes o a su preservación.
Los yacimientos con los registros estratigráficos más antiguos se han encontrado solo en las islas de mayor tamaño y mayor antigüedad geológica del arco sur del archipiélago de las Marianas (Figura 10), tal y como se detalla en un trabajo anterior con referencias a las fuentes originales (Carson, 2014).
1 HÅCHA. DESDE EL POBLAMIENTO DE LAS ISLAS HASTA LA LLEGADA DE LOS EUROPEOS
Figura 10: Las islas Marianas en el noroeste de Micronesia, con los lugares mencionados en el texto
Las islas del arco sur se originaron hace millones de años y, cuando llegaron los primeros pobladores, aproximadamente en el año 1500 a. C., ofrecían fuen- tes de agua dulce accesibles y hábitats diversos. El arco norte, conocido localmente como Gani, surgió mucho después, dando lugar a islas de menor tamaño, una presencia muy limitada de agua dulce y un abanico mucho menos diverso de hábitats, factores que redu- jeron su potencial para ser pobladas a gran escala hasta que se establecieron las aldeas latte, generalmente a partir del año 1000 d. C. Aunque es posible que los hu- manos visitaran siglos antes las islas de Gani, al norte, los registros de asentamientos formales que han llega- do a nuestros días solo se han hallado en determinadas ubicaciones de las islas del arco sur, de mayor tamaño.
A la hora de respaldar la cronología regional de las Marianas, los tres emplazamientos más ilustrativos son Ritidian, en Guam, Casa de Taga, en Tinián y Unai Bapot, en Saipán. Otros muchos yacimientos han arro- jado información de interés, pero estos tres emplaza- mientos han sido particularmente reveladores por sus


























































































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