Page 37 - Carlos III. Proyección exterior y científica de un reinado ilustrado
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 LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN LA EUROPA DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVIII 35
archiduquesa de Austria, reina de Hungría, Croacia y Bohemia, y duquesa de Parma. Este hecho fue posible gracias a que el emperador promulgó en 1713 la Pragmática Sanción que permitía a las mujeres de la rama Habsburgo heredar los dominios en ausencia de varón, sin que la Ley Sálica, vigente en aquellos territorios, lo impidiera. Es cierto que María Teresa era la heredera pero su juventud —ascendió al trono con veintitrés años— y sus escasos recursos militares y financieros, le hacían parecer una presa fácil dispuesta a satisfacer las ambiciones territoriales de muchos de sus vecinos. Aunque Carlos VI consiguió antes de morir que la mayoría de los estados que con- formaban el Sacro Imperio aceptaran la Pragmática, tras su fallecimiento Federico II de Prusia (1712-1786) no la respetó e invadió Silesia en diciembre de 1740 mientras reclamaba la soberanía prusiana sobre ese territorio merced al antiguo Tratado de Brieg de 1537 que estipulaba que los Hohenzollern de Brandeburgo serían los here- deros de Silesia si la rama primigenia por línea de varón desaparecía.
Brandeburgo-Prusia era un electorado cuyo titular logró la categoría de rey al finalizar la Guerra de Sucesión Española20.Todas las tierras de Brandeburgo formaban parte del Sacro Imperio Romano Germánico y puesto que sólo había un Rey de los Germanos dentro del Imperio, que era el emperador, no era posible que hubiera otro más. Pero el emperador Leopoldo I (1665-1705), padre de Carlos VI, a cambio de que los Hohenzollern entraran en la coalición contra Francia en la Guerra de Sucesión Española, acepto que el único territorio que no pertenecía a los confines imperiales y que estaba bajo el control del que sería después Federico I de Prusia (1657-1713), obtuviera la denominación de reino por el Tratado de Koenisberger de 1701. Este territorio era Prusia que convertido en reino, consiguió la aceptación general de esa categoría en el Tratado de Utrech. Era un territorio pobre y pantanoso que poco a poco fue ganando amplitud sobre todo a costa de Suecia, tras la Gran Guerra del Norte (1700-1721). A partir de 1740 con Federico II ya en el trono, la política expan- sionista continuó y en ese contexto se entiende la invasión de Silesia. El territorio fue definitivamente cedido a Prusia en 1742 por el Tratado de Berlín y ratificado en la Paz de Aquisgrán de 1748 que puso fin al conflicto.
También Carlos Alberto de Baviera de Wittelsbach y Sobieski (1697-1745) y Augusto III de Polonia, elector de Sajonia (1696-1763), —respectivos esposos de las hijas de José I (1678-1711), es decir, del hermano de Carlos VI y su predecesor en el trono imperial—, hicieron caso omiso de la aceptación previa de la Pragmática San- ción y una vez muerto Carlos VI reclamaron, el primero, Bohemia con la corona impe- rial y el segundo, Moravia. Por su parte Carlos Manuel de Cerdeña (1701-1773) de- mandó el Milanesado además de una salida al mar a través de Génova. España y Francia tampoco aceptaron la validez de la Pragmática y no reconocieron a María Te- resa como heredera de manera que junto con Sajonia, Baviera, Prusia y el reino de Cer- deña, apoyaron las ambiciones de Carlos Alberto de Baviera que logró ser coronado
20. DWYER, Philip G. (editor). The rise of Prussia 1700-1830. London: Harlow, 2000.






























































































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