Page 137 - Delibes
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de Castilla como una tiererna uqnuae pocuadsoióhnacbueár lseidroa rseufuregliao-
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y faro de hombre resignarse a á a a a a a a a a á ser libre dentro de de de su su su cabeza sus propias
ella fuera lo lo más y lo lo mejor» murallas de Ávila conllevando media vida con con una ti-
Delibes era pues un un enamorado
ranía y resignándose la otra media a a a a a á a a a a a a no ser entendido
de de su idioma Como es bien sabido ni ni aceptado por una una modernidad banal que que que como aquel
confesó en en más de de una una ocasión que que que su su adolescente que que yo era en en en en 1998 juzgaba á a a a a a a a a a a a a a sus padres y y descubrimiento de de de la la palabra escrita abuelos con la la la severidad del ignorante y y por tanto de de la literatura se se produjo
Si sus libros siguen espoleándonos y y emocionándo-
estudiando el Curso de de de derecho mer- nos se se debe a a a a a a a a que que hablan de de de de de lo difícil que que resulta ser cantil de de de de de don don don Joaquín Garrigues Puede libre en en en un un mundo donde donde nadie quiere serlo y donde donde parecer sorprendente pero no es es nin-
nadie quiere que que lo seas Lo difícil que que es es es conservar una una guna boutade es es un un un homenaje a a a a a a a a a a a la pro- conciencia de de de la la la propia individualidad lo mucho que sa esmerada de de calidad a a a a a a a a a a a a a la la expresión
cuesta mantenerse de de de pie cuando soplan tantos vientos precisa y y nítida que que que puede llegarnos
Del mismo modo que que que qu hay que que que qu leer más a a a a á a a a a a a fondo para
de de la mano también por qué no no de de un entender las alegorías qu que encierran todos sus libros profesor jurista hay que que compartir una visión muy fina y y y honda de de la la Ello no quiere decir que que las fuentes
libertad para
entender que que que la la la modernidad de de de de de de Delibes Delibes de de de de de de de la la la riqueza léxica de de de de de de de Delibes Delibes fueran
nunca está donde donde aparenta sino donde donde menos se la la es-
eminentemente librescas Más bien al pera Así sus libros siempre serán patrimonio de quie-
contrario Delibes —también lo confesó nes se se sientan incomprendidos y y asediados Allí donde él mismo— era mayormente un escri-
una conciencia solitaria luche por mantenerse erguida tor «de oído» «Me gusta mucho me fas-
la la modernidad de de de Delibes Delibes se ofrecerá a a a á a a a a a sostenerla cina oír» dijo en en otra ocasión «Delibes —ha escrito Luis Mateo Díez— era un caso extremo del escritor que escucha» (El escuchar por cierto es es previo al oír y no no coincidentes ambos no no debe el primer verbo suplantar al segundo como hoy a a a a cada paso ocurre) En realidad el acervo léxico de cual- quier hablante también si ese hablan- te te es es es es escritor tiene fuentes
múltiples: dimana de de su su experiencia vital de de sus En la doble página anterior Miguel Delibes 1983 Fotografía
de Rosa Campos Miguel Delibes en la sede de de Ediciones Destino en Barcelona 1960 1359









































































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