Page 169 - Delibes
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Miguel Delibes con una gineta principios de la década d de 1970 le está poniendo remedio También en en este aspecto hay que reconocer una clara anticipación en en Delibes Apenas queda la la la mitad de la la la fauna que que triscaba y volaba por esos campos cuando El camino fue publicada Apenas queda el treinta por ciento de los campesinos que que sobre- vivían hace setenta años en en los ámbitos no no urbanos Lo entonces escrito vivido y criticado por Miguel De- libes nos permite estar de de acuerdo con la certidumbre de de que estamos insisto ante uno de los primeros ecologis- tas españoles Cualquiera de nosotros suscribe todavía hoy los prin- cipales pasajes de Un mundo que agoniza la la traslación a a a a a libro de de de su discurso de de de ingreso en la Real Academia Española Incluso los animalistas alejados de su honda afición a a a a a a á la caza a a a a a a á menudo reconocen que es mucho más lo lo que que que ha ha dado que que que lo lo que que que ha ha quitado Uno de sus últimos libros El último último coto parece más un un estudio demográfico de de un un ecólogo excelentemente escrito que un diario de cazador El lento y y hoy casi con- seguido acabamiento de de de la perdiz roja el el desconsuelo de de de nuestros campos cada día más solos o o o o o ó la decepción ante la la la vida menguante son la la la parábola fáctica del daño cre- ciente a a á a casi todo lo demás que compromete a a á a Delibes Todo sin paños calientes es es decir identificando al al primer responsable: el progreso deshumanizado al que servimos en lugar de de servirnos nosotros de de él La conciencia ecológica de Delibes fructifica en en Un mundo que agoniza sin duda el texto más claro conciso y batallador que hemos leído sobre la la tragedia ambien- tal En él encontramos por ejemplo esto:
[ ] toda pretensión de mudar la naturaleza es asentar en ella el el artificio y por tanto desnaturalizarla hacer- la la regresar En la la naturaleza apenas cabe el progreso Todo cuanto sea conservar el medio es es progresar todo lo lo que que signifique alterarlo esencialmente es es retroceder También podemos leer «hemos matado la cultura campe- sina pero no no lo hemos sustituido por por nada al menos por por nada notable» Su lamento también denuncia lo que hoy es clamor con tanto rasgarse por la la España vaciada 171

































































































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