Page 123 - El arte del poder
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 Armadura ecuestre del emperador Carlos V
Desiderius Helmschmid (doc. 1513-1579)
Augsburgo, hacia 1535-1540
Acero grabado, repujado y dorado, latón, cuero, textiles Patrimonio Nacional. Madrid, Real Armería, cat. A.115 y A.116
bibliografía: Martínez del Romero 1849, p. 157, n.o 2316; Valencia de Don Juan 1898, p. 44, n.o A.115; Cripps-Day 1951, Section XXVII
Esta armadura ecuestre heterogénea está compuesta por una arma- dura de a caballo y una barda, ambas procedentes de la armería impe- rial y asociadas tradicionalmente por su decoración análoga de anchas bandas doradas y grabadas. Sin embargo, a pesar de su asociación histórica, es poco probable que hubieran sido utilizadas conjunta- mente. Tanto la armadura de a caballo como la barda son ilustradas en el Inventario Iluminado hacia 1544-1558 (fols. 31o y 81o). En él se aprecia que la armadura fue originalmente negra y dorada, tratamien- to decorativo que ha perdido en el curso de los siglos. La barda, por el contrario, es «blanca», es decir, de acero en su color.
La armadura pertenece a la guarnición conocida como «de cuer- nos de la abundancia», por las cornucopias que decoraban las hom- breras, codales y rodilleras de esta guarnición. Aluden al mito de la cabra Aix, utilizada por Amaltea, nodriza de Zeus, para proporcio- narle leche. Zeus rompió un cuerno de la cabra y se lo presentó a Amaltea con la promesa de que el cuerno se llenaría de todos los fru- tos que ella deseara. Este cuerno, también llamado Cuerno de Amal- tea, es un tema recurrente en la decoración de las armas como sím- bolo de prosperidad. La decoración del resto de las piezas mantiene el patrón de bandas verticales inspiradas en la indumentaria civil, siguiendo el gusto del emperador, al igual que en el peto y en el espal- dar se representa a la Virgen y a santa Bárbara.
La barda está decorada con bandas verticales grabadas y doradas, que al igual que las de las armaduras de los jinetes evocaban las cubier- tas de tela contemporáneas. Las armas del jinete y de la montura podían estar decoradas a juego o de manera análoga, como también sucedía con los trajes civiles y las cubiertas de los caballos a juego que se utilizaban cuando se prescindía de las armaduras.
La Real Armería conserva en la actualidad una reducida pero muy importante colección de trece bardas de acero, obra de los principa- les armeros que hacen de ella una de las mejores colecciones existen- tes en su género, aquí parcialmente representada (cat. 9 y 50). a.s.c.
Equestrian armor of Emperor Charles V
Desiderius Helmschmid (doc. 1513-1579)
Augsburg, c. 1535-1540
Etched, embossed, and gilt steel, brass, leather, fabric Patrimonio Nacional. Madrid, Real Armería, cat. A.115 and A.116
bibliography: Martínez del Romero 1849, p. 157, no. 2316; Valencia de Don Juan 1898, p. 44, no. A.115; Cripps-Day 1951, Section XXVII
This heterogeneous equestrian armor is comprised of a suit to be worn on horseback and a bard, both from the imperial armory and traditionally paired on account of their similar decoration of broad bands of gilt and etched steel. However, despite this historical association, it is unlikely they were used together. Both the suit of armor and the bard are illustrated in the Inventario Iluminado compiled c. 1544-1558 (fols. 31o and 81o), which shows that the armor was originally black and gilt. This decoration has been lost over the centuries. The bard, however, is “white”—that is, plain steel.
The armor belongs to the “horns of plenty” garniture, so called on account of the cornucopias decorating the pauldrons, couters, and poleyns. This motif alludes to the myth of the she-goat Aix used by Zeus’s wet-nurse Amalthea to provide milk. Zeus broke off one of the goat’s horns and presented it to Amalthea with the promise that it would be filled with all the fruits she could wish for. This horn, also known as the Horn of Amalthea, is a recurring theme in the decoration of arms as a symbol of prosperity. The rest of the pieces are decorated with the same pattern of vertical bands inspired by civilian clothing, in accordance with the emperor’s taste, while the breastplate and backplate display the Virgin and Saint Barbara.
The bard is decorated with etched and gilded vertical bands which, like those of the horseman’s armor, recall contemporary textile caparisons. The arms of a horseman and his mount could have matching or similar decoration, just as horse coverings that matched civilian dress were used when armor was not worn.
The Royal Armory currently houses a small but highly significant group of thirteen steel bards crafted by the leading armorers. This makes it one of the finest collections of its kind, part of which is shown here (cat. 9 and 50). a.s.c.
122 las armaduras como obras de arte e imagen del poder















































































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