Page 89 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook
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 la conciencia de su interés de clase”, particularidades que raramente se dan entre los intelectuales, escribirá en El Imparcial el 7 de marzo de 1920 (I, 633), poco antes de su vuelta a España.
Con esos referentes, e instalado ya en Madrid, funda Acción Republicana y, tras el final de dictadura de Primo de Rivera en 1930, forma parte del comité para la instauración de la Segunda República, en la que fue jefe del Ejecutivo, de 1931 a 1933, y presidente, desde mayo de 1936, quehacer que plasmó en sus Memorias y del que informó en sus discursos.
Durante la Guerra Civil, pese a las complicadísimas circunstancias y el traslado de la capital a Valencia y finalmente a Barcelona, no solo no abandonó la presidencia de la República, sino que, desde su destacada posición, se ocupó de salvar de las bombas el patrimonio cultural español, especialmente los cuadros del Museo del Prado, cuyo traslado de Madrid a Valencia encomendó al pintor Timoteo Pérez Rubio, y de intentar con- seguir el apoyo para la República de cuantas autoridades extranjeras se- guían confiando en el Gobierno republicano. Como ejemplo significati-
Anónimo
Visita al frente italiano: Luis Bello, Manuel Azaña, Miguel de Unamuno, Santiago Rusiñol, Américo Castro y tres oficiales italianos
Fotografía, septiembre 1917 Universidad de Salamanca. Casa-Museo Unamuno. FOTO 17
16 Una explicación de esta realidad en Egido León, Ángeles, “Los compro- misos internacionales de un país neutral”, Historia del Presente, Ma- drid, núm. 7, 2006, pp. 27-42.
88 M.a Ángeles Hermosilla Álvarez



























































































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