Page 99 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook
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 nuevas propuestas de organización republicana. El abandono que siente de Cipriano y los nulos resultados políticos acentúan el escepticismo en Azaña, que pasa 1925, “el año más triste de su vida”28, volcado en el estudio de una de las glorias literarias del siglo xix español: don Juan Valera. Por vez pri- mera, Azaña se adentra en el territorio de la biografía y la crítica literaria. Mientras tanto, continúa asistiendo con asiduidad a las representaciones que, en casa de Ricardo Baroja, hace El mirlo blanco, teatro casero en don- de estrecha amistad con el escritor mexicano Martín Luis Guzmán, de quien más tarde dirá que “le interesa la política española más que a mí”29.
En 1926, Azaña recibe el Premio Nacional de Literatura por su Vida de don Juan Valera. A pesar del premio, él no va a ver impresa esta biografía, pero sí va a publicar varios trabajos sobre Valera en revistas culturales y de van- guardia. En la argentina Nosotros30 aparece, a principios de 1926, “Valera en Rusia”. El año siguiente, mientras está en La Coruña como miembro de un tribunal de oposiciones, conoce a Juan González del Valle, subdirector de Alfar 31, al que le ofrece un capítulo de su libro sobre Valera. Sin embar- go, la relación no prospera. González del Valle se dirige a Azaña por carta señalando la rima de su nombre con España; Azaña escribe a Cipriano: “ya procuraré yo no caer en la órbita del Sr. González”32.
28 Así aparece anotado el 18 de agosto de 1931, OC, vol. 3, p. 674.
29 Azaña, Manuel, “Madrid, 1931”, 15 de septiembre, OC, vol. 3, p. 819.
30 En esta revista había publicado a principios de 1924 su artículo “La Dictadura en España”, que aparecía sin firmar, aunque en la nota de uno de sus colaboradores, José Gabriel, sorprendentemente se presentaba al anónimo autor como “uno de los mejores escritores de vanguardia de la España nueva”. Azaña, Manuel, “La Dictadura en España”, Nosotros, 176 (enero de 1924), pp. 5-22.
31 Tanto en las Obras completas de Azaña, editadas por Juan Marichal (vol. III, México, Oasis, 1967, p. 895) como en las dirigidas por Santos Juliá (vol. 2, p. 1050), se menciona la revista Alfa, donde debe decir Alfar. Esta revista, dirigida por el uruguayo Ju- lio J. Casal, había comenzado a pu- blicarse en La Coruña; en 1927 apa- recieron dos números no autorizados por su director, que después trasladó la redacción de la revista a Montevi- deo. Guillermo de Torre consideraba hermanas las revistas Ronsel y Alfar, a las que calificaba de ultraístas.
32 Azaña, Manuel, Carta a Cipriano de Rivas (4 de septiembre de 1927), OC, vol. 2, pp. 1141-1143.
98 jesús cañete ochoa
Manuel Azaña
La novela de Pepita Jiménez
Madrid, Imp. de
la Ciudad Lineal, 1927 Colección particular























































































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