Page 194 - Anuario AC/E de cultura digital 2025

de pods diseñados como «portales al futuro», los
asistentes interactúan con la narrativa de ma-
nera inmersiva. Estos pods están equipados con
tecnologías avanzadas de detección facial, de
mirada y de voz, que permiten que las respuestas
emocionales y las reacciones del público influyan
directamente en el curso de la historia. A medida
que los participantes interactúan con la película,
sus emociones y respuestas personales alteran el
desarrollo de la trama, creando una experiencia
narrativa única que se ramifica en tiempo real.
La tecnología utilizada en la instalación refuerza
el mensaje central de Consensus Gentium,
mostrando como la IA puede ser tanto una
herramienta para el control como un medio para
la liberación, dependiendo de cómo elegimos
usarla. A través de este enfoque interactivo,
Palmer consigue crear una experiencia inmer-
siva que invita a la reflexión sobre el papel de
la inteligencia artificial en la sociedad actual y
futura, cuestionando el poder que estas tecnolo-
gías tienen sobre nuestras emociones, nuestras
decisiones y, por ende, sobre nuestra libertad. En
última instancia, Consensus Gentium plantea un
desafío ético y filosófico. Al sumergir a los par-
ticipantes en una historia donde las emociones
y la toma de decisiones influyen en el destino
de la narrativa, Palmer expone cómo nuestra
relación con la IA hoy determinará las realidades
del mañana, creando un futuro donde el control
sobre la tecnología y el reconocimiento de los
derechos humanos son temas fundamentales en
la lucha por un futuro más equitativo y justo.
Convergencias creativas: arte, ciencia y tecnología, y sociedad en transformación
6. Conclusión y recomendaciones
6.1. Conclusión
El análisis desarrollado a lo largo de este in-
forme confirma que la intersección entre arte,
ciencia, tecnología y sociedad constituye uno
de los espacios más fértiles para la innovación
cultural y la reflexión crítica contemporánea. La
evolución de estas relaciones, desde las primeras
colaboraciones experimentales de mediados del
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FOCUS
siglo xx hasta las prácticas altamente sofistica-
das del presente, revela un campo en continua
transformación, impulsado tanto por los avances
tecnológicos como por las urgencias sociales y
ambientales de nuestro tiempo.
El arte ha dejado de ser una práctica aislada para
convertirse en un agente activo en la generación
de conocimiento, el cuestionamiento ético de
las tecnologías emergentes y la construcción de
imaginarios futuros. A través del trabajo con-
junto con científicos, ingenieros y comunidades
diversas, los artistas han expandido su campo
de acción, contribuyendo de manera signifi-
cativa al desarrollo de nuevas sensibilidades y
metodologías que permiten afrontar los desafíos
contemporáneos.
La colaboración interdisciplinaria no es solo
deseable, sino imperativa. Los retos a los que
se enfrenta la sociedad global, como el cambio
climático, la automatización tecnológica, la
gestión de datos personales, las desigualdades
estructurales y la preservación de la biodiversi-
dad requieren enfoques integradores, creativos y
éticamente comprometidos. El arte, en diálogo
con la ciencia y la tecnología, aporta una capa-
cidad única para explorar estas problemáticas
de manera compleja, anticipando escenarios
posibles y ofreciendo nuevas perspectivas para la
acción social y política.
El análisis de casos emblemáticos demuestra que
estas prácticas no solo tienen un impacto a nivel
cultural, sino también en ámbitos de innovación
social, educación, investigación científica y
transformación de políticas públicas. Sin em-
bargo, persisten desafíos estructurales, como la
necesidad de financiación adecuada, la construc-
ción de marcos legales flexibles y la promoción
de políticas culturales que reconozcan y apoyen
la investigación transdisciplinaria.
De cara al futuro, resulta crucial fortalecer las
redes de colaboración internacional, fomentar
la educación crítica en tecnologías emergen-
tes y diseñar espacios de creación que sean