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Es en este contexto donde ha echado raíces la
ola contra los libros y los ataques sistemáticos a
bibliotecas y escuelas. En pocas palabras, no ha
habido una afluencia repentina de pornografía
en las escuelas. No, los niños de cinco años no
deambulan por las bibliotecas sin supervisión y
acceden a contenido para adultos. Además, en
la era de internet y los teléfonos inteligentes, los
libros en los estantes de las bibliotecas escolares
parecen un objetivo curioso. Pero, como señalan
los críticos, los ataques a bibliotecas y escuelas
tienen menos que ver con los libros y más con
el deseo de ciertos elementos políticos de la
derecha de enviar un mensaje —a través de insti-
tuciones públicas— de que ciertas comunidades
no son bienvenidas.
En una mesa redonda en línea en octubre de
2022, el escritor Mark Oshiro, autor de numero-
sos libros para jóvenes adultos65, explicó el ob-
jetivo de los prohibidores de libros. «No puedes
saber que algo falta si no sabes que existe», dijo.
«Realmente no hay mejor manera de destruir la
identidad de una persona que no dejar siquiera
que se descubra nada sobre ella».
En la misma mesa redonda, el autor Lev AC
Rosen66 señaló que los libros ayudan a desarrollar
la empatía. «Leer ficción desde la perspectiva
de otra persona te permite ver cómo podría ser
el mundo a través de sus ojos y eso te da más
empatía y compasión por las personas que tienen
una identidad diferente a la tuya», señaló Rosen.
«Creo que esa es la razón por la que persiguen
los libros. Porque los libros les están diciendo
a los niños que estas perspectivas son válidas».
En un artículo de Publishers Weekly de noviem-
bre de 202167, el director de EveryLibrary, John
Chrastka, describió la ola actual de prohibición
65 https://www.markoshiro.com/
66 https://www.levacrosen.com/
67 https://www.publishersweekly.com/pw/by-topic/
industry-news/libraries/article/87920-libra-
rians-educators-warn-of-organized-book-ban-
ning-efforts.html
de libros locales como el trabajo de una minoría
muy ruidosa de la derecha que ejecuta una
estrategia política nacional bien coordinada y
bien financiada para «militarizar» el tema del
control parental con el objetivo de ganar las
elecciones locales. Las encuestas lo corroboran.
Una encuesta de 2022 de la American Library
Association respalda esa afirmación, revelando
que el 71 % de los votantes —incluidas las mayo-
rías en todos los partidos— se oponen a retirar
libros de los estantes de las bibliotecas. Además,
el 74 % de los padres de niños de escuelas
públicas encuestados expresaron «un alto grado
de confianza» en los bibliotecarios escolares para
tomar buenas decisiones sobre qué libros poner
a disposición de los niños.
En una encuesta posterior encargada por el Ins-
tituto EveryLibrary sin fines de lucro68 y realizada
por la firma no partidista Embold Research, la
mitad de todos los votantes (50 %) cree que
«absolutamente nunca debería prohibirse un
libro», mientras que el 41 % piensa que solo hay
«raras veces» en que sea apropiado.
Y en agosto de 2024, un nuevo informe de
encuesta de la Fundación Knight69 encontró que
la participación pública en los esfuerzos para
prohibir libros en bibliotecas y aulas de escuelas
públicas ha sido mínima, a pesar de un aumento
dramático en las dificultades que afrontan los
libros desde 202170. La encuesta, basada en una
muestra nacional considerable de más de 4500
adultos, encontró que la mayoría de los esta-
dounidenses se sienten informados sobre los
esfuerzos para prohibir libros en las escuelas,
pero solo el 3 % de los encuestados dijo que se
habían involucrado personalmente en el tema y
68 https://www.everylibraryinstitute.org/
bookbanpoll
69 https://knightfoundation.org/reports/ameri-
cans-views-on-book-restrictions-in-u-s-public-
schools-2024/
70 https://www.publishersweekly.com/pw/by-topic/
industry-news/people/article/91155-pw-s-people-
of-the-year-the-defenders.html
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