Page 36 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
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1 HÅCHA. DESDE EL POBLAMIENTO DE LAS ISLAS HASTA LA LLEGADA DE LOS EUROPEOS
cuencos, a menudo con perfiles ligeramente curvados hacia dentro y amagos de bordes o labios engrosados ha- cia el interior. Las austeras decoraciones incluían el tosco cepillado de las superficies o sencillas incisiones lineales. Las pastas de arcilla y sus desgrasantes eran a menu- do bastos, y los cuencos solían tener bases y paredes gruesas.
5. 1000-1700 d. C.
El periodo comprendido entre los años 1000 y 1700 d. C. ha gozado de una extraordinaria representación en las Marianas, siendo los siglos en que el pueblo indíge- na chamorro ocupó por última vez las aldeas tradicio- nales, conocidas como latte.
Las ruinas de las antiguas casas y aldeas latte se pueden apreciar en la superficie de todas las islas del archipiélago. Además, la abundancia de restos de este periodo se halla desperdigada por áreas más extensas, no solo entre las ruinas de las aldeas. Los materiales asociados incluyen concentraciones de cerámica rota,
herramientas de piedra y concha, algunos ejemplos de ornamentos de concha, desechos de alimentos, morteros de piedra, piedras de honda y otros restos, todos ellos visibles en la superficie actual y distribui- dos también por las unidades sedimentarias próximas a la superficie.
Los yacimientos de las aldeas correspondientes al periodo del 1000 al 1700 d. C. se componían de ca- sas latte, una tradición única local de las islas Marianas (Figura 14). Su característica distintiva son sus pilares de piedra, en lugar de los postes de madera que se ve- nían utilizando hasta entonces, sobre los que se erigían grandes capiteles hemisféricos o en forma de cuenco y que brindaban apoyo a la estructura de madera y la techumbre de paja que conformaban las viviendas. Las construcciones más parecidas a estas se han encontra- do en zonas de Taiwán, Okinawa y Filipinas en vivien- das del siglo xx, se elaboraban con pilares de madera, encima de los cuales se colocaban discos también de madera cerca de la parte superior, que servían concre- tamente para impedir que las ratas accedieran al habi- táculo superior donde residían sus habitantes.
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Figura 14: Vista de la Casa de Taga, en Tinián. Fotografía: Mike Carson, septiembre de 2019.


























































































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