Page 37 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
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A partir del año 1000 d. C., se construyeron aldeas latte en todas las islas Marianas, incluidas las del arco norte, el de Gani (Athens, 2011; Athens y Leppard, 2019). La temporalidad, como es lógico, fue variando. Una vez construidos, casi todos estos emplazamien- tos continuaron siendo utilizados durante las gene- raciones posteriores y hasta las últimas décadas del siglo xvii. A comienzos del siglo xviii, las aldeas dejaron de utilizarse con fines habitacionales.
La cerámica de este periodo era bastante caracte- rística y adquiría principalmente la forma de gruesos y anchos cuencos, con bordes curvados y engrosados hacia el interior. Especialmente en Guam, y hacia las últimas décadas de este periodo, los grandes cuencos a menudo presentan impresiones lineales verticales e irregulares en la superficie exterior. La cerámica por sí misma ha constituido el mejor indicador de este pe- riodo, pues se ha encontrado en todos los yacimientos y en estratos datados bajo la superficie que, de otro modo, no habría resultado posible determinar en las ruinas de los latte visibles en la superficie.
Junto con las aldeas latte, a partir del año 1000 d. C. también cambiaron otros muchos aspectos del registro arqueológico. En muchas casas se colocaban morteros de piedra, presuntamente para manipular alimentos cotidianos, mientras que en los emplazamientos ri- tuales también se colocaron morteros permanentes y de mayor tamaño en formaciones naturales y fijas del lecho de roca. Pequeñas manos de mortero comple- mentaban estos conjuntos, hasta esta época ausentes o quizás elaborados con materiales perecederos, como madera. De este periodo tardío, se conservan también proyectiles bicónicos para hondas, puntas de lanza de hueso talladas, grandes discos y cuentas de concha de Spondylus sp. y otros objetos.
Los basureros con restos de alimentos posteriores al año 1000 d. C. tendían a incluir grandes cantidades de conchas de gasterópodos Strombus sp., a veces en exclusiva. De este periodo, se conservan otros restos de alimentos, como espinas de pescado y algunos hue- sos de pájaros y tortugas. También se han hallado hue- sos de ratas en contextos posteriores al año 1000 d. C., lo que posiblemente refleja la llegada de estos roedo- res durante este periodo, si bien, en principio, todavía podrían descubrirse huesos de ratas en estratos de ya- cimientos anteriores aún sin registrar.
Se conservan en buen estado algunos almidones y otros residuos vegetales de hace unos 950 años en adelante, y estos han mantenido sus estructuras diag- nósticas que permiten identificar diversos alimentos,
como variedades de taro, ñame, plátanos y fruta del pan (Horrocks et al., 2015). En los yacimientos más antiguos, hasta el momento no se han hallado materia- les botánicos de periodos antiguos, o estos estaban tan mal conservados que resulta imposible confirmar su taxonomía (Carson y Hung, 2017). Fuera de las zonas habitadas, los núcleos sedimentarios del fondo de ma- rismas o lagos han retenido abundantes registros del entorno natural, incluidas algunas señales del impacto causado por el ser humano en la vegetación local en cada momento (Athens et al., 2004).
La huella material del periodo comprendido entre el año 1000 y el 1700 d. C. ha resultado abrumadora- mente amplia y abundante, y en su conjunto remite a un periodo Latte y un sistema tradicional. Gran parte de la información relevante sobre este periodo proce- de de la tradición histórica y los documentos escritos, que inspiran numerosas hipótesis sobre los aspectos sociales, políticos e ideológicos de la vida en esta épo- ca, y que no podrían explicarse únicamente a partir de los hallazgos arqueológicos existentes. En la actualidad, continúa aumentando y documentándose el registro ar- queológico, de modo que podrían surgir oportunidades para utilizar las pruebas físicas para verificar las teorías históricas propuestas sobre la vida política y social.
6. 1700 d. C.-Presente
A partir del 1700 d. C., las aldeas latte dejaron de uti- lizarse con fines residenciales y pasaron a ser espacios donde se veneraba la tradición ancestral. Muchas de las tradiciones de los indígenas chamorros han sufrido transformaciones de diverso calado, pero algunos as- pectos básicos de su cultura y su lenguaje han pervivido. Por ejemplo, la lengua chamorra todavía conserva sus características distintivas derivadas de su origen proto- malayo-polinesio, tanto en su sintaxis como en gran par- te de su vocabulario básico, a pesar de la imposición de numerosos préstamos extranjeros y de la influencia de la fonética moderna (Blust, 2013; Topping et al., 1975).
Durante el periodo que comienza en el 1700 d. C. y llega a nuestros días, las fuerzas extranjeras española, alemana, japonesa y estadounidense han controlado la región en distintas épocas. Durante estas décadas, po- drían proponerse subdivisiones más breves del perio- do. Los primeros documentos escritos de las Marianas se produjeron a finales del siglo xvii y consistieron en registros gubernamentales y de la Iglesia, descripciones locales y relatos personales (Coomans, 1997; García,
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La vida antigua en las islas Marianas: desde el primer asentamiento hasta el periodo Latte























































































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