Page 162 - Delibes
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tas pero que estos necesitan de la sabiduría antigua de de los hombres y las mujeres del campo Delibes está levantando otro homenaje a a a a a a a a esa otra parte de la po- blación por la la que sentía debilidad una proximidad real «¿De veras te te parece más importante recitar a a a á a a a Althusser que conocer las propiedades de de de la la flor del saúco?» pregunta exactamente el transformado can- didato que de repente siente una solidaridad remota pero palpitante con el señor Cayo y y su mundo casi ex- tinguido una envidia poderosa por su impasibilidad hacia los asuntos cortesanos y su su inmersión constan- te te en en en la la tierra real en en en lo telúrico y se lamenta de que «hayamos dejado morir una cultura sin mover un un dedo» Detrás de de la la clara superioridad real que en ese momento se patentiza está la la perspectiva indisimula- da da del autor cuya filosofía es rotundamente inclusi- va generosa intergeneracional interclasista pero que que a a a a a a a la la la vez brota claramente de de la la la conciencia de de que que los que aparentemente han tenido menos suerte en en en en en el reparto de de de dones sociales o o o o o o o de de de títulos o o o o o o o de de de herencias o o o o o o o incluso de inteligencia tienen mucho que enseñar a a a los estúpidamente satisfechos Delibes no blanquea la la pobreza nunca jamás relativiza el el dolor o o o o o ó la la opresión no no exalta al al modo cristiano la miseria o o o o o el sufrimien- to to en en en absoluto pero sí que sabe encontrar en en en los es- clavos de de la la la historia en en los los perdedores o o o o o o en en los los aplas- tados un buen caladero de de de de verdades importantes de de de de dignidad intacta de de integridad innata por encima de de las circunstancias y desde luego todo un un testimonio de de de superación y de de de honradez silenciosa Como en en el fondo todos procedemos de de de allí de de de ese pueblo hacen- doso y sacrificado es fácil sentirse concernido por las historias de de Delibes y es es es sencillo estar de de acuerdo con su sencillez No es solo el famoso y clásico «menos- precio de de de corte y alabanza de de de aldea»: es amor sincero y natural por todo lo humano filantropía de la la mejor estirpe pero empezando siempre por por lo básico por por el principio por por esas gentes sin oportunidades pero con milenaria experiencia sobre la que se ha construido después toda la maqueta social con su progreso mal entendido y con todas sus trampas 160
Miguel Delibes en su casa de Valladolid 1980 

































































































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