Page 38 - El Capitán Trueno. Tras los pasos del héroe
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contemporánea: el conocimiento de Averroes es buena muestra. Puede uno preguntarse, dado el estado de traducción, «edición», difusión y conservación de los clásicos a comien- zos del siglo XII –y dadas las características de lo que, ciertamente con abuso, podemos denominar «mercado del libro»–, en qué idioma(s) leía el Capitán Trueno, qué originales, qué traducciones o qué «ediciones» manejaba. La cuestión del idioma no es, obviamente, obstáculo: la atención de Víctor Mora no olvida señalar, en infinidad de ocasiones, la enorme capacidad del héroe para aprender lenguas a partir de una magra conversación, para desempeñarse en ellas con absoluta eficacia (en ocasiones parece que incluso sin acento perceptible) y para no olvidar lo aprendido: más de cincuenta idiomas termina hablando Trueno y el cálculo es más bien a la baja11. De un personaje tan habituado al tráfico libresco, de un personaje doblemente literario, cabe esperar muchas cosas más:
Original de Ángel Pardo
11 No se puede hacer recuento exacto de todos los idiomas que habla Trueno (y, aun con algunas dificultades inicia- les, también Crispín, Goliath y, en menor grado, Sigrid), no solo por el elevado número, sino porque algunos de ellos, muchos en realidad, corresponden a grupos humanos no del todo localizables (en las actuales dimensiones del espacio y del tiempo). Además hay que tener en cuenta que, a las alturas del siglo XII (comienzos), numerosos idiomas, al menos de la zona europea, estaban en distintos estadios de diferenciación y evolución. En cualquier caso, además del español y, presumiblemente, catalán, amén de latín y griego, Trueno se expresaba correctamente (hasta el punto de, disfraz mediante, poder pasar por nativo) en francés, italiano, inglés, islandés, varios (o todos los) idiomas centroeuropeos, eskimo, lenguas de nativos norteamericanos, de incas, mayas o aztecas previas a la Conquista (variantes o derivados del quechua, aimara, mayense o náuatlh, cabe sospechar), ruso y diversas lenguas eslavas, mogol y tártaro, hindi e idiomas colindantes en número considerable, chino en (casi) todas sus variantes, japonés y muchos idiomas más del extremo oriente, algunas de las lenguas australianas, árabe, egipcio y un número indeterminado (pero el guarismo es alto) de lenguas africanas. No está mal.