Page 122 - Fernando Sinaga. Ideas K
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La experiencia de la discontinuidad nos demuestra cómo por breves momentos algo deja de ser uno mismo para ser otro y constata cómo únicamente en la memoria perviven estos instan- tes como un residuo activo de su propio proceso. La discusión entre el ser y el parecer surge precisamente en aquellas situaciones de interferencia y fusión, en donde cada substancia toma una apariencia nueva que antes no estaba en su propia especificidad. Son influencias recíprocas en base a la proximidad y a la discon- tinuidad del material empleado.
La pureza de lo específico se trastoca en cada posición y relación nueva, y materias con una determinada densidad y transparencia dejan de serlo para coger otra apariencia. Es como la amalgama, en donde el conjunto tiene una unidad nueva y en donde las fronteras se disuelven para dejar paso a un territorio mayor, que ya es una mezcla.
El espacio y el tiempo se constituyen en factores fundamentales en el proceso de elaboración de nuestras imágenes, incluyendo
a veces procesos y situaciones diversas y alejadas. El distancia- miento y la proximidad, como un continuo ejercicio de favorecer la inestabilidad del proceso, me hace utilizar materias que se dividen entre la memoria histórica y el tiempo presente. Una indagación sobre las diversas formas de confrontación y contraste simultáneo, como duda permanente y multiplicación infinita hacia la diversidad.
Cada inmersión me lleva a nuevas huidas y hacia distintos territorios. Es como si en cada reconocimiento se generaran otros cercos que me impulsan nuevamente hacia afuera, pues tan sólo las substancias estables no cambian.
Escrito en Bochum, septiembre de 1989.
Publicado por primera vez en cat. exp. Agua Amarga, Fundació Pilar i Joan Miró, Palma de Mallorca, 1996.
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