Page 126 - Fernando Sinaga. Ideas K
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Sobre el arte como resistencia
Defender el arte como una manifestación más de la realidad, y no como su representación, es definir su propia unidad estructu- ral y su autonomía, pues hay en el hecho artístico algo más en juego que una mera ilustración de las ideas o una plasmación sociológica del momento, más o menos acertada. De nuevo, nuestras acciones son una manifestación más de la propia vida, y el tan debatido problema de la relación entre el arte y la sociedad no deja de ser algo que se suma al eterno problema
de la comunicación.
Cada acontecimiento tiene un lugar y tiempo adecuado, y situarse en donde esto sucede implica estar en sincronía con el verdadero suceso. Esto ahora es una cuestión de actitud, riesgo y posicionamiento.
La realidad se manifiesta simultáneamente en cada uno de sus diferentes planos y así en cada instante y lugar una totalidad
se conmueve. Escuchar sus resonancias y dejar que surjan sin que nada quede fuera, con la conciencia de ser realidad, es uno de los azarosos rasgos de la actitud artística.
El actual desgajamiento de nuestro pensamiento, sentimiento y voluntad hacen que, una vez perdida la unidad estructural indivi- dual, dejemos de existir como tales para pasar a ser una enajena- ción indefensa y afirmativa, y esta pérdida del campo de decisión es la que hace que ya tan sólo desde espacios críticos autónomos y lugares específicos se pueda definir la disidencia.
El arte como totalidad sigue siendo uno de los testigos perma- nentes de esta unidad en crisis y su conciencia sensible conserva todavía el potencial de advertir sobre los avances y las pérdidas.
Escrito en Salamanca, diciembre de 1989.
Publicado por primera vez en cat. exp. Agua Amarga, Fundació Pilar i Joan Miró, Palma de Mallorca, 1996.
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