Page 128 - Fernando Sinaga. Ideas K
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En la permanente búsqueda del sentido íntimo, la escultura como método ha actuado en mí como si de una aparición se tratara. Ha sido y sigue siendo un hecho automático e incon- trolado, una forma de posesión y algo en lo cual no han sido mediadoras ni la conciencia ni la voluntad. Su aparición ha estado siempre llena de un efluvio violento de aquello de lo que ha recibido su ser. Como imagen ha sido algo espontáneo e inmediato que ha brotado de lo real y, como acción, algo donde la primera y la última decisión ha consistido en sentirte recipiente de la totalidad.
La escultura, de esta forma, se ha ido configurando con los años en la experiencia sensible final de todo lo que para mí ha sido desconocido y oculto, y también en una forma de unir pensa- miento, sentimiento y voluntad en una unidad interior.
Un estado contradictorio en permanente percepción confusa y oscura de lo real, a la vez que quizás algo superior al entendi- miento mismo. Son este tipo de consideraciones las que me han hecho ver el arte como una forma del saber y es esta condición la que, a mi parecer, le otorga su carácter revelador, haciéndola a su vez influyente en la conciencia reflexiva del presente. El arte no existe ya por sí mismo, ni está para sí mismo, sino que perte- nece a aquello cuya imagen es.
Escrito en Zaragoza, enero de 1995.
Publicado por primera vez en cat. exp., Galería Fernando Latorre, Zaragoza, 1995.
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