Page 142 - Fernando Sinaga. Ideas K

Del discernimiento
Mirar no es ver. Sin visión, la mirada se desliza perdida, sin establecer relaciones ni vínculos entre las cosas, descargada de sentido por el sistema de los objetos y de los lugares. Una mirada así es una mirada fragmentada, dividida y desvinculada del mundo.
La escultura surge y se estructura desde una visión que establece hipótesis, conjeturas y suposiciones frente a lo nuevo y lo desco- nocido. Nuestras representaciones son una forma de pronóstico y una parte de nuestras proyecciones inconscientes. Sin estas proyecciones no podemos reconocer nada y, paradójicamente, son ellas mismas nuestro principal obstáculo para alcanzar un esclarecimiento.
Algunas intuiciones y suposiciones iniciales se ven descartadas o confirmadas posteriormente con nuevos datos que vienen a ampliar el conocimiento que tenemos de un objeto, un lugar, una situación o una persona. Pero sin proyección no hay ligazón alguna, por lo cual hemos de ser también capaces de distanciarnos de ellas y mirarlas de forma que podamos distinguir su sombra.
Los procesos de configuración de la escultura son el lugar donde lo impremeditado y lo automático sigue siempre un modelo interno. Einstein decía que el hecho de que un modelo construido por la mente humana en una situación de fuerte introversión, concuerde con los hechos externos, es un milagro y debe de ser tomado como tal. Planck, sin embargo, pensaba que concebimos un modelo que luego verificamos mediante experimentos, tras lo cual revisamos el modelo inicial, de forma que hay una especie de fricción dialéctica entre el experimento y el modelo y, como resultado de esta fricción, llegamos a un hecho explicativo final. Las relaciones entre el inconsciente y la materia siguen siendo todavía algo indescifrable, un lugar donde el discernimiento actúa como el destello que irrumpe en nuestras vidas sin la parti- cipación de nuestro esfuerzo y voluntad.
Escrito en Granada, 4 de junio de 1997.
Publicado por primera vez en Fernando Sinaga, Doble Inverso, Diputación de Granada, Granada, 1998.
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