Page 26 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook
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15 AHN. Diversos-Azaña 32 (Primer Cuaderno Robado), Diversos-Azaña 32-33 (Segundo Cuaderno Robado) y Diversos-Azaña-33 (Tercer Cua- derno Robado). Las peripecias del robo y la polémica en torno a la po- sesión, en Egido León, Ángeles, Manuel Azaña, entre el mito y la le- yenda, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998, pp. 20-29.
16 AHN-DIVERSOS-Colecciones, carp. 41, documento 1.
17 4 de noviembre de 1940: Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, pp. 1 y 3, Tribunal de Responsabili- dades Políticas. https://bibliotecavir- tualmadrid.comunidad.madrid/bv- madrid_publicacion/es/catalogo_ imagenes/grupo.do?path=1113296
Polonia, el 3, Francia y Gran Bretaña declaran la guerra a Alemania, mien- tras se publica la edición francesa de su última obra, La velada en Benicarló, que refleja como ninguna otra la tragedia del pueblo español y la lucidez de Azaña. Dos días después de que las tropas alemanas alcancen París y Pétain pida el armisticio, el 16 de junio de 1940, Negrín visita a Azaña para ofre- cerle su traslado a Inglaterra, pero este lo rechaza. Tras la firma del armisti- cio, que divide Francia en dos, Azaña, ya enfermo, y su esposa, Dolores de Rivas Cherif, viajan en una ambulancia hacia Périgueux. Sus perseguidores saquean la casa de Pyla-sur-Mer y apresan a Cipriano de Rivas Cherif, que es condenado a muerte, aunque finalmente su pena será conmutada.
Hasta 1984 no aparecerá en la Dirección General de Seguridad de Madrid el contenido de ese saqueo, con la excepción de los tres cuadernos robados que no formaban parte de él. Azaña había entregado todos los originales de sus Memorias (escritas en un total de nueve cuadernos, cada uno de ellos con una etiqueta en la que el autor precisaba las fechas a las que correspon- día su contenido) a su cuñado, Cipriano de Rivas Cherif, entonces cónsul en Ginebra, en septiembre de 1936, pensando que estarían a salvo fuera de España. A los pocos meses, tres de ellos fueron robados por el vicecónsul Antonio Espinosa. Correspondían a un periodo cronológico especialmente tenso: la sublevación de Sanjurjo, en agosto de 1932, la represión de Casas Viejas en enero de 1933 y la crisis del verano de ese mismo año que acabó con el bienio republicano-socialista. Recuperados los diarios, se entregaron al Estado español, y desde entonces estos originales manuscritos se conser- van en el Archivo Histórico Nacional, que, junto a otros importantes ma- teriales, los ha cedido para la Exposición15.
La necesidad de abandonar la zona ocupada que había obligado al matri- monio Azaña a salir de Pyla concluye con su llegada a Montauban. El Gobierno de Vichy impide que salgan de la ciudad. Azaña fallece en el Hôtel du Midi el 3 de noviembre de 1940 y es enterrado en el cementerio de la localidad. Allí, cada año se recuerda su memoria, y la figura y la obra de Azaña están clara y ostensiblemente presentes. La Legación mexicana en Vichy sufragó los gastos del entierro, al que asistieron numerosos refugiados españoles, entre ellos el pintor Juan Alcalde, que dibujó su rostro. La obra, por deseo expreso del autor, se conserva en el Archivo Histórico Nacional y también puede contemplarse en la muestra16.
La persecución, sin embargo, no cesó tras su muerte. Solo un día después de su fallecimiento, el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid publicaba un edicto del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas (fechado a 4 de noviembre de 1940) que dictaba auto de procesamiento contra Azaña, “en paradero desconocido”. El 4 de junio de 1941 se publicaba la condena y la sanción económica, que ascendió a cien millones de pesetas de la época: “notifíquese esta resolución a los presuntos herederos del expedientado”. El 8 de julio se le daba un plazo de veinte días para hacerla efectiva17.
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