Page 294 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook
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Estampa
«Vida de Manuel Azaña», caricaturas de Echea
Madrid, 24 de octubre de 1931 Biblioteca Nacional de España. AHS 46.314 / ZR 790
las que este aparece relajado y distendido junto a algunos familiares como Cipriano de Rivas Cherif. El reportaje se desarrolla en El Escorial, lo que le sirve para evocar su novela El jardín de los frailes. Azaña, pues, se las apaña para, de una sola tacada, presentarse como un hombre popular, ho- gareño, pero al mismo tiempo sin abandonar su faceta intelectual.
Así, en los periódicos de la época podemos encontrar reportajes de tono similar, aunque con menos despliegue fotográfico y de páginas, dedicados a “La niñera de Azaña” u otros evocando su infancia. En sus diarios solo deja reflejado la realización del reportaje de Estampa: “Cuando yo era chico: los recuerdos de niñez del ministro de la Guerra” (3 de octubre de 1931), pero su relato de los acontecimientos es muy significativo para defender la hipótesis de la plena conciencia de Azaña de la importancia de la proyec- ción de su imagen pública y las dudas sobre su trato con la prensa.
Azaña cuenta cómo el redactor jefe de Estampa, Vicente Sánchez-Ocaña, le plantea un artículo biográfico, sobre todo de su infancia y juventud, en parte para contrarrestar el bulo que corrió por Madrid de que Azaña había sido expulsado de la Academia de Artillería de Segovia “por sus vicios”. De esta manera describe la elaboración del reportaje:
Yo les digo que para contarles cosas de mi infancia, lo mejor sería que fuésemos a Alcalá. Les parece de perlas; tomamos el coche y nos plan- tamos en mi pueblo. Está solitario y sombrío, como siempre. Plaza de San Bernardo, calle Nueva, calle de la Imagen, calle de Escritorios y de Roma: sobre los lugares, les repito los recuerdos que me acuden [...] y volvemos a Madrid, después de las dos.
“Cuando Azaña fue novio de la que hoy es su mujer... cuando se disfrazó de cardenal”
Esta atención periodística a los aspectos más personales de Azaña se extrema con motivo de la proclamación de Azaña como presidente de la República. Estampa le dedica la portada el 16 de mayo de 1936, y promete interesan- tes reportajes: “Azaña de chico, Azaña en su pueblo, Azaña de candidato a diputado...”. Más allá va la revista Mundo Gráfico del 13 de mayo de 1936, que utiliza en portada una caótica fotografía (a Azaña se le ve al final de una fila de próceres, como si estuviera esperando el autobús) de su toma de posesión como presidente de la República con seis reportajes, que anuncia “sensacionales”. A saber: “Cuando Azaña era mozo en Alcalá de Henares”; “Cuando Azaña fue novio de la que hoy es su mujer... cuando se disfrazó de cardenal...” (este escrito, por cierto, por Josefina Carabias); “Cuando Azaña vivía en una casa de cincuenta duros... el portero cuenta lo que de él decían los vecinos”; “Cuando Azaña era un contertulio más”; “Cuando era empleado... firmó un millón doscientos mil expedientes, puso todo en orden y no hablaba de política”, para culminar con un “Cómo ha sido elegido
Azaña años 30: popularidad y cultura de masas 293

























































































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