Page 9 - Objetivo Mordzinski
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embargo, mirar con calma el conjunto de su obra para entender la magnitud de su apuesta por la fotografía como lenguaje.
Decir que Daniel Mordzinski es un fotógrafo que nació en Buenos Aires o que vivió media vida en París es menos elocuente que recordar que lleva escrito el movimiento en la piel. El mundo Mordzinski es una tensión entre tiempo y espacio, ya sea en las selvas del sudeste asiático o las trincheras de Oriente Medio, donde ha sido testigo de la violencia y la injusticia durante sus muchos años como corresponsal de prensa, o en la serena luz de una Lisboa donde encontró una música que no necesita nombre. En las fotografías de Mordzinski hay un mundo que nos habla en silencio pero dice mucho más que muchas explicaciones de apariencia precisa.
Se ha hablado mucho de la cartografía literaria por la que navega Daniel Mordzinski, un portento de convivencia entre la imaginación creadora y el mundo de las ficciones. A lo largo de los años el fotógrafo ha ido tejiendo una metapedia de imágenes y rostros, de nombres y territorios, de citas y sugerencias que hoy funciona como andamio invisible y seguro para lectores y críticos, para poetas y novelistas, para profesionales de la industria de la cultura. Pero hay otra geografía en la fotopoética de Daniel Mordzinski: una trama de lugares y dolores, de ilusiones y deudas con la historia que se deja entrever en su trabajo. El puerto de Marsella en blanco y negro y el inabarcable Río de la Plata, las sombras griegas de la Acrópolis y las nieblas más profundas del Sur en Ushuaia. Amistad y Patagonia, exilio y Wegrow, amor y desierto, pérdida y mar, América y vida. Las palabras y las fotografías, como la realidad y el deseo, trenzan una obra de arte que disfrutamos como espectadores
y que Daniel Mordzinski nos ofrece como tributo de su intuición y su magisterio.
Querer llegar
Para llegar al mundo Mordzinski basta con querer llegar; esa es
otra de las claves que explica su manera de interpretar la realidad.
En un tiempo acelerado y a menudo confuso, las fotografías de Daniel Mordzinski son un relato abierto y claro. Tal vez por esa libertad expresiva, que se traduce en idéntica libertad para el que mira y
sueña con su trabajo, las fotografías de Daniel Mordzinski han ido configurando en silencio ese mundo que ahora empezamos a contemplar en su enorme complejidad. Bienvenidos a la fotopoética de
Daniel Mordzinski.
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