Page 135 - Programa PICE. Resultados 2017
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                   RESULTADOS 2017
SELECCIÓN DE PROYECTOS 134
Residencias literarias, un viaje a la creatividad
ANDRÉS SEOANE
EL CULTURAL | 24/11/2017 (Extracto)
Focalización en la escritura, autodescubrimiento, refugio para crear... Todo esto y mucho más significa para los escritores disfrutar de una residencia literaria. Varios
ex residentes que han vivido la experiencia gracias al Programa de Residencias de Acción Cultural Española nos cuentan qué ha supuesto para ellos
Más allá del mito de la inspiración, esa román- tica visión de un rapto súbito y fugaz de ge- nialidad, es evidente que la creación artística no es fácil. A las propias dificultades intrínsecas a la con- cepción y ejecución de la obra, sea un cuadro, un texto, una película o una sinfonía, se unen muchas veces las pro- saicas y nada artísticas realidades materiales del día a día. Un lugar de trabajo ruidos, la precariedad económica o las simples distracciones cotidianas pueden ser un lastre para llevar a buen puerto la culminación de una obra. Por eso, todos los creadores alaban sin excepción las residen- cias, oportunidades para dejar atrás todo lo superfluo y centrarse en el proyecto que uno se traiga entre manos.
Aunque las más conocidas son las artísticas, las residen- cias literarias también son clave para que muchos escri- tores puedan ver por fin su libro en negro sobre blanco. Cada vez más, muchas instituciones apoyan estos “viajes de trabajo”, como es el caso de Acción Cultural Española, que con su Programa de Residencias apoya a un gran nú- mero de autores españoles y extranjeros a lo largo y ancho del mundo.
Recientemente galardonado con el Premio Herralde de Novela por su obra República luminosa, todo un veterano de las letras como Andrés Barba reconoce que su estancia en la Queen Mary University de Londres, en el marco de una residencia cruzada con el British Council con motivo del 400° aniversario de la muerte de Cervantes y Shakes- peare, fue “determinante para escribir República lumino- sa. Cuando llegué a Londres sólo tenía una idea vaga de cómo quería afrontar el proyecto y cuando me marché de allí tenía 35 páginas y el tono de la novela perfec- tamente encarrilado”, relata el autor. “Sin la estancia de Londres ese trabajo me habría llevado más del doble de esfuerzo, y ni siquiera estoy seguro de que lo hubiese podido hacer correctamente”. Por eso considera que las residencias, “pueden llegar a ser absolutamente determi- nantes sobre todo porque permiten, aunque sea por un espacio breve de tiempo, la aproximación a la escritura con una dedicación total y lejos de las distracciones natu- rales de la vida ordinaria”.
De alejarse de las distracciones sabe mucho la novelista, cuentista y poeta Nuria Barrios, último Premio Iberoame- ricano de Poesía Hermanos Machado, que el año pasado estuvo invitada en la Toji Cultural Foundation de Corea. “La residencia estaba en una zona montañosa y bastante solitaria. Trabajar allí me aportó mucho sosiego, una con- fortable soledad, silencio y un entorno de una gran belle- za natural para alternar la escritura física con la escritura invisible, esa escritura intuitiva que uno realiza mien-
 























































































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