Page 357 - El rostro de las letras

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sus trajes de un corte impecable, chaqueta, chaleco y pajarita a jue- go, siempre con un libro en las manos, desde las estampas juveniles tomadas en Noreña, hasta los reportajes que Zapata, Larregla y Díaz Casariego realizaron en su biblioteca para Estampa y Blanco y Negro, en vísperas de la Repúbllica. Ramón Martínez de la Riva, que acompañó a Larrregla en el reportaje de Blanco y Negro, lo describía como un muchacho de “aspecto distinguido, con apariencia de hombre mundano y elegante. Una elegancia que le permite estar
en su despacho envuelto en una capa verde y calzando zapato con lazada de seda”. En los días republicanos, los reporteros le siguieron a Londres, donde fue enviado como embajador hasta el triunfo del Frente Popular. Después, cuando el final de la Guerra Civil le condu- jo a Francia y Argentina, alejado ya de sus libros, apenas se conocen fotografías suyas. Su viejo amigo Alfonso y Nicolás Muller le hicieron sus últimos retratos, vencido por la edad, cuando ya las hieles de la vida le habían arrebatado aquel porte altanero “un sí es no es, de mayorazgo en corte, de bachelor en Oxford”, con el que le conoció don Antonio Machado.
De la misma quinta, hermanos mayores y menores de la Genera- ción del catorce, exiliados o no, son personas tan distintas como los hermanos Francisco y Julio Camba, Emilio Carrere, Américo Castro, Enrique Díez Canedo, Concha Espina, Wenceslao Fernández Flórez, Eduardo Marquina, Pedro Muñoz Seca, Eugenio Noel, Francisco Villaespesa, Eduardo Zamacois y tantos otros, cuyas fotografías
LARREGLA. Ramón Pérez de Ayala y su mujer Mabel Rick almorzando con sus hijos, Eduardo en primer plano, Juan, sentado frente a sus padres y su sobrino José Mantilla. Madrid, 1930. A la derecha, el escritor hacia 1910. (Archivo Fotográfico ABC)
Ramón Pérez de Ayala Es de ros- tro enjuto y resoluto el ademán, el gesto petulante, un si es no es, de mayorazgo en corte, de bachelor de Oxford o estudiante de Sala- manca, señoril en el porte.
ANTONIO MACHADO