Page 28 - 100 años en femenino
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 Concepción Arenal
La mujer del porvenir (portada)
Madrid, Victoriano Suárez, 1916 Biblioteca Nacional de España, Madrid
paternidad, la equiparación de hijos ilegítimos y legítimos y la Ley de Divorcio.
El campo educativo
En el ámbito educativo, el ideal de la «perfecta casada», expuesto por Fray Luis de León en el siglo xvi, aún seguía vigente como máxima aspiración de la mujer en Europa. No obstante, habían surgido opiniones discrepantes que aboga- ban por una ampliación de los horizontes femeninos más allá de las tres K (Kinder, Kirche, Küche) —hijos, iglesia y coci- na—. La educación fue uno de los campos donde se ofrecie- ron nuevas perspectivas, aunque sin el propósito de cambiar los tradicionales roles de género basados en la domesticidad femenina. La implantación del estado liberal en Europa había conllevado una expansión de la instrucción pública como vía de extensión de la cultura burguesa y de consolidación del régimen liberal. Existía una creciente conciencia de la nece- sidad de proveer a la mujer de una educación adecuada como garantía del mejor cumplimiento de las tareas domésticas.
En España las escuelas elementales impartían a las niñas materias de labores domésticas y carecían de una educa- ción de calidad. La reformadora social Concepción Arenal y la escritora Emilia Pardo Bazán denunciaron la situación nefasta de la enseñanza femenina a finales del siglo xix cuando priorizaron la demanda de educación en su progra- ma feminista. La educadora Berta Wilhelmi defendía los derechos de la mujer a la educación, la cultura, la ciencia y el ejercicio profesional: «Si la mujer pide por derecho pro- pio el ejercicio de todas las profesiones, participar en las conquistas de las ciencias, cooperar a la solución de los pro- blemas sociales, creemos que pide lo justo: pide la rehabili- tación de media humanidad».5 Las deficiencias del sistema escolar y el reducido impacto de las reformas introducidas por la Institución Libre de Enseñanza y otras iniciativas educativas reformistas se reflejaron en las elevadas tasas de analfabetismo femenino. A comienzos del siglo xx represen- taba el 71 % en contraste con el 55,57 % de analfabetismo masculino. Hacia 1930, las cifras de analfabetismo femeni- no se redujeron al 47,5 % y las del masculino al 36,9 %. Esta tasa tan elevada, que afectaba casi a la mitad de la población
5—Berta Wilhelmi, «La aptitud de la mujer para todas las profesiones», Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, 388, pág. 101. Citado en Pilar Ballarín, «La construcción de un modelo educativo de “utilidad doméstica”», en Georges Duby y Michelle Perrot, Historia de las mujeres en Occidente, 4, Madrid, Taurus, 1993.
29—Mary Nash Las mujeres en el último siglo


























































































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