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Para Suzette Baker, exdirectora de la Biblioteca
Kingsland en el condado de Llano, Texas, ser
bibliotecaria era el trabajo de sus sueños. Como
exmilitar, encontró un propósito en el servicio a
la comunidad y comprendió la importancia del
trabajo que estaba haciendo.
«Si miras un país y miras sus bibliotecas, la liber-
tad que existe en la biblioteca refleja la libertad
que existe en el país», dijo en una entrevista con
Publishers Weekly22. «Entonces, si es libertad lo
que queremos en nuestro país, es libertad lo que
debemos tener en nuestras bibliotecas».
La bibliotecaria Suzette Baker,
que también fue despedida
por negarse a prohibir libros.
Y así, cuando los funcionarios locales comenza-
ron en 2021 a ordenar la retirada de la biblioteca
de Kingsland de libros que consideraban unilate-
ralmente «pornográficos», la mayoría de los cua-
les eran de o sobre la comunidad LGBTQ, Baker
se resistió. Y esa resistencia puso en marcha una
serie de eventos que rápidamente llevaron a su
despido. Está en marcha su demanda por des-
pido injustificado.
22 https://admin.publishersweekly.com/pw/by-to-
pic/industry-news/libraries/article/95937-the-re-
sistance-five-people-standing-up-to-book-banners.
html
«Honestamente, he tenido muchos días difí-
ciles», dijo Baker a Publishers Weekly en 2024.
«Aquí era donde planeaba estar, haciendo un
trabajo que absolutamente adoraba, hasta que
me jubilara. Ahora soy cajera en una ferretería.
Y en otro condado, además, porque no puedo
conseguir trabajo en Llano».
Cuando los censores de libros llegaron a su
biblioteca, la bibliotecaria de Arkansas Patty
Hector, con treinta y ocho años de experiencia
profesional, también se negó. «Preferiría que me
despidieran por apoyar la Primera Enmienda a
que me demandaran por violarla», dijo Hector
a los periodistas en el verano de 2023. Semanas
después, un juez del tribunal local despidió a
Hector de su puesto como directora del Sis-
tema de Bibliotecas del Condado de Saline, en
Arkansas.
«Un grupo de personas comenzó a quejarse
sobre algunos libros que venían a buscar a
propósito», dijo Hector al Arkansas Times23, en
una entrevista, cuando se le preguntó sobre
cómo se desarrollaron los acontecimientos en
su biblioteca. «No eran usuarios de la biblioteca
que casualmente encontraran un libro que no
les gustaba. Tenían listas. Nunca hablaron con el
personal ni entregaron un formulario de Solicitud
de Reconsideración. No habíamos tenido a nadie
que impugnara un libro en al menos diez años
antes de que esto sucediera».
Hay personas que intentan borrar
comunidades enteras de nuestros estantes y
los bibliotecarios y los maestros están siendo
utilizados como peones políticos.
Quizás la historia más conocida del acoso que
enfrentan los bibliotecarios, mientras tanto,
involucra a una bibliotecaria escolar de Luisiana
llamada Amanda Jones. En julio de 2022, Jones
habló en una reunión pública en contra de una
23 https://arktimes.com/arkansas-blog/2023/11/02/
she-regrets-nothing-a-qa-with-fired-saline-coun-
ty-librarian-patty-hector
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