Page 123 - Barbieri. Música, fuego y diamantes
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LA BIBLIOTECA Y EL ARCHIVO DE FRANCISCO ASENJO BARBIERI EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA
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  Todo apunta a que Barbieri hizo caso omiso de la solicitud, como de tantas otras recomendaciones que nutren de manera abundante su archivo personal. Pero no aca- ban aquí las referencias a su relación con la Biblioteca Nacional, ya que por la crónica de un bibliotecario de la época, Julián Paz Espeso (hijo a su vez de otro bibliotecario y de una arpista de la Sociedad de Conciertos), sabemos también que el compositor no solo era amigo de los directores, sino además un usuario de la Biblioteca Nacio- nal muy conocido de todos sus empleados, entre quienes suscitaban ciertas sospe- chas sus «merodeos» poco claros:
Los fondos musicales en la antigua biblioteca de la calle Arrieta, allá por los años de mil ochocientos setenta y tantos, estaban en un semisótano del edi- ficio, sin catalogación ninguna, sin que nadie los consultase. Solo el maestro Barbieri merodeaba por allí de vez en cuando, y se decía que con alguno de ellos aumentó su valiosa biblioteca musical, que a su muerte dejó a la Nacio- nal, viniendo a ser este legado restitución de aquel merodeo, si es que existió16.
Trabajos recientes de los bibliotecarios Teresa Delgado y Juan Escribano pare- cen confirmar esas sospechas17.
15
De este autor se conservan varias obras en la BNE, pero ninguna con el tí- tulo citado.
16
María Isabel Niño Más: «Breve reseña histórica de la Sección de Música y Ar- chivo de la Palabra Hablada». Revista de archivos, bibliotecas y museos, lxxiii, 1966, p. 133.
17
María Teresa Delgado Sánchez y Juan Bautista Escribano Sierra: «Una apro- ximación crítica a la biblioteca de Bar- bieri». En Allegro cum laude. Estudios musicológicos en homenaje a Emilio Casares. Madrid, ICCMU, 2014, pp. 571-580. A continuación expongo bá- sicamente sus conclusiones.
Barbieri le honre y divinice y enaltezca con su música. Yo conozco la obra y me atrevo a pedir por las once mil vírgenes que sacuda la pereza y en un abrir y cerrar de ojos haga feliz a mi recomendado, granjeándose la gratitud de un no- vel escritor y la de su amantísimo y apasionadísimo Manuel Tamayo y Baus15.
Melchor Ronzi, Plan para instalar un colegio o conservatorio de música vocal e instrumental, 1810. BNE [cat. 178].
Diego Pisador, Libro de música de vihuela, Salamanca, 1852. BNE, R/9280.





















































































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