Page 100 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
P. 100

100
las reducciones contribuyeron también a introducir cambios en la dieta de los chamorros. Según narran las relaciones de los jesuitas, los chamorros que habían sido «reducidos» comenzaron a alimentarse de maíz y cerdo, unos cambios dietarios que los religiosos veían como importantes pasos para transformar la sociedad chamorra en una sociedad civilizada6. No obstante, es importante destacar que, pese a estas modificaciones, los documentos revelan que durante el siglo xvii mu- chos de los alimentos que formaban parte de la dieta tradicional chamorra, como el fruto del árbol del pan (rimai), el pescado, el ñame (nica, dago) y el taro (suni), continuraon teniendo un papel principal en la dieta de las poblaciones locales.
Las prácticas sexuales de las comunidades chamo- rras también se convirtieron en un objetivo de las polí- ticas misionales de los jesuitas. Según las cartas anuas y las relaciones de los misioneros, dos eran los princi- pales obstáculos que impedían acomodar los estánda- res sexuales de las poblaciones marianas a la doctrina cristiana. El primero de ellos era «su común costumbre del repudio7», es decir, la facilidad con la que los cha-
6 «Relación de las cosas más notables que han sucedido en las Islas Maria- nas desde el mes de junio de 1678 hasta mayo de 1679. Y del estado en que queda esta Cristiandad» (Real Academia de la Historia, Madrid, Cortes 567, 9/2677, N. 19).
7 «Relación de las empresas y sucesos espirituales y temporales de las Islas Marianas, que antes se llamaban Ladrones, desde que el año de sesen- ta y ocho se introdujo en ellas el santo evangelio por los religiosos de la Compañía», con fecha en Manila, 24 de mayo de 1676 (Real Academia de la Historia, Madrid, Cortes 567, Legajo 10 9/2676, N. 8, 41r).
morros y las chamorras disolvían sus vínculos «matri- moniales». La resistencia de las comunidades chamo- rras frente a la adopción del matrimonio indisoluble cristiano fue tal, que este sacramento resultó ser uno de los últimos en introducirse en el archipiélago, como revela la documentación consultada:
«aún no estaba en uso el [sacramento] de la eucaristía; y tampoco lo está el del matrimonio, por la dificultad de de- susarles del repudio, que tienen entablado por su antojo, hasta que, introducido más el gobierno temporal y político, con la fuerza se les contenga en la constancia de la indisola- ción [sic] del matrimonio8».
La cita anterior, además, muestra que los jesuitas no tuvieron ningún reparo en emplear el uso coercitivo de la fuerza para implementar aquellos aspectos de su doctrina que generaron mayor resistencia entre las po- blaciones nativas de las islas Marianas. En este sentido, el segundo obstáculo con el que se toparon los misio- neros fue la guma’ uritao. Esta institución chamorra, a la que los jesuitas se refieren en sus escritos como «casa pública» o «casa de solteros y solteras», era un edificio en el que la juventud chamorra convivía por un tiempo antes de encontrar una pareja con la que irse a vivir. Los documentos de los misioneros señalan que había al menos una en cada pueblo, dos en los asentamientos más poblados (Solórzano, 1687, citado
8 Ibidem, 21v.
2 HUGUA. EL PERIODO COLONIAL
 Figura 45: Modelo de rastrillo (1886-1887). Colección MNA: CE2869. Fotografía: Javier Rodríguez Barrera.
  























































































   98   99   100   101   102