Page 133 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
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de los cuales ya no [hablan] la lengua nativa... ha exis- tido una oleada de orgullo identitario y cultural cha- morro, un movimiento de la juventud, las mujeres y los activistas a favor de la autodeterminación política» (Ibíd., 2010: 314). Nolan Flores, miembro del Congre- so de la Juventud de Guam, manifiesta también esta oposición, arguyendo que él y muchos de sus homólo- gos «desconfían de la expansión» y sus causas, especial- mente por la «pérdida de paisajes naturales», así como un menor acceso a las tierras y la alteración de lugares de relevancia histórica (citado en Kaur, 2021b: 1). En alusión a las zonas en proceso de construcción militar, Flores expresó que, «de camino aquí, pasar con el co- che junto a todas las verjas, las tierras desbrozadas, me ha afectado... De las ventajas que se promocionan... la pérdida a largo plazo no merece la pena frente a los beneficios a corto plazo» (Kaur, 2021b: 2).
El apoyo internacional a la causa chamorra adquirió especial visibilidad en abril de 2021, cuando los relatores especiales de la ONU emitieron una carta de alegación conjunta haciéndose eco de la preocupación de los cha- morros por la escalada de la militarización de Guam y la falta de autodeterminación de los pueblos indígenas (UNPO, 2021: 1). Los expertos de la ONU respondieron a la información facilitada por la Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO) y Blue Ocean Law, dirigido por el abogado chamorro Julian Aguon en nom- bre del pueblo CHamoru, y Prutehi Litekyan: Save Riti- dian, una organización comunitaria dedicada a defender los espacios sagrados y a proteger los recursos naturales y culturales de Guam. En la carta, los relatores expresa- ban al Gobierno federal estadounidense «una seria preo- cupación por la expansión militar estadounidense a falta de una consulta adecuada al pueblo chamorro, así como por las amenazas asociadas a las tierras, los recursos, los derechos ambientales y culturales indígenas» (Ibíd. 2021:1). El abogado Aguon respondió a la carta añadien- do que «resulta profundamente legitimador que no uno, ni dos, sino tres titulares de cargos en el Consejo de De- rechos Humanos coincidan en que la expansión militar del ejército estadounidense no es algo bueno. Dice al mundo, no solo a Estados Unidos... que los chamorros tienen derecho a la autodeterminación, al consentimien- to libre, previo e informado, a un medioambiente lim- pio, a la cultura, a la salud, a la vida; derechos que deben respetarse» (citado en UNPO, 2021: 1).
Esta última denuncia continúa un patrón de resisten- cia generalizada entre los nativos que va en aumento y ha crecido exponencialmente en la última década, según la activista chamorra y profesora de Trabajo Social en la Universidad de Guam, Lisa Linda Natividad. Para ella, esta
creciente oposición de los chamorros ha surgido en gran medida como respuesta a las agresivas insinuaciones mili- tares de Corea del Norte y China que ponen a Guam, una vez más, «en medio del fuego cruzado de estos juegos geopolíticos» (Natividad y Vine, 2017: 3, 5). Las organi- zaciones de la resistencia, como We Are Guahan, Prutehi Litekyan: Save Ritidian e Independence Guahan han colo- cado los problemas relacionados con las tierras, la cultura y la sostenibilidad en el primer plano de la conciencia de Guam, haciendo un hábil uso de las redes sociales y organizando protestas públicas de apoyo a un extenso abanico de cuestiones culturales, como las relacionadas con las tierras, la militarización y la sostenibilidad.
Los activistas lingüísticos también han crecido en número y volumen año tras año. En 2017, Laura Souder, miembro de la CHamoru Language Commission, advir- tió que la lengua nativa «desaparecería con seguridad en los próximos 50 años», y estimó que el 80 % de los hablantes de la lengua indígena de Guam tienen más de 50 años (citado en Santos-Bamba y Hattori, 2020: 288). Tras apelar al «esfuerzo conjunto para transformar el modo en que priorizamos y enseñamos la lengua nativa» (Ibíd., 2020: 288), han proliferado los recursos en línea, incluidas clases y diccionarios en esta lengua, así como un programa de inmersión para niños y sus padres (Borja, 2017; Sablan, 2019).
El futuro de Guam seguirá repleto de abrumadoras dificultades para su población nativa. Los chamorros tienen muchos frentes abiertos: el económico, espe- cialmente la pobreza, la falta de hogar y la carencia de acceso a las tierras; el cultural, especialmente la lengua y las tradiciones culturales; el político, con la cuestión de la autodeterminación aún por resolver; y el social, con un aumento cada vez mayor de la población no nativa que poco a poco va relegando a los chamorros a la penumbra demográfica. Aun así, los nativos no solo son incansables, sino que se mueven alentados por su perenne compromiso con su tierra, su cultura y sus familias. Ya era así en 1521, cuando Magallanes llegó a nuestras orillas, aceptó nuestros alimentos y bebidas que tanto necesitaba para luego asesinar a siete hom- bres nativos, al tiempo que nos tachaba de ladrones. Esta conexión y responsabilidad con la isla queda pa- tente en las historias de los supervivientes de la guerra, así como en los relatos de los chamorros contemporá- neos que luchan contra la opresiva atracción del dó- lar americano y los sueldos militares. Aunque algunos ancianos supervivientes de la guerra sigan viendo el Spam con nostalgia, las generaciones más jóvenes cada vez más lo ven como lo que es: una amenaza insana e insostenible para nuestras propias vidas.
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Tío S(p)am: el alto precio del colonialismo estadounidense en Guam



























































































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