Page 161 - I estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las MarianasI estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
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La voz de los CHamoru: entonces y ahora
Rlene Steffy
Richard Flores Taitano Micronesian Area Research Center, University of Guam
Es un placer para mí relatar mi experiencia como his- toriadora oral y etnógrafa recogiendo los testimonios orales del pueblo CHamoru en Guam, las Islas Maria- nas del Norte, Yap, Palaos y Australia, al haber sido in- vitada a participar en la exposición BIBA CHAMORU! Cultura e identidad en las islas Marianas, del Mu- seo Nacional de Antropología, en conmemoración del quinto centenario de la primera vuelta al mundo.
Empiezo con las historias que mejor conozco. A través de la historia oral familiar, me di cuenta de que las circunstancias de la familia de mi madre y la de mi padre dieron pie a experiencias distintas. Mis parientes de ambas ramas recibieron influencias españolas, japo- nesas y estadounidenses, pero la familia de mi madre también vivió parte de la cultura y la lengua de Micro- nesia Occidental, ya que mis bisabuelos maternos se fueron a Yap a finales de la década de 1890, y después a Palaos, mientras que la familia de mi padre permaneció en Guam y Sa’ipan (Saipán).
No he entrevistado a nadie cuya lengua materna fuera el español, pero la influencia española se deja entrever en la lengua y la cultura de los CHamoru. Hasta comienzos del siglo xx, con la introducción del protestantismo en Guam, ambas ramas de mi fami- lia profesaban el catolicismo con fervor. Por parte de
madre sí hubo conversiones protestantes y, en algunos casos, algunos tíos de la extensa familia de mi madre se convirtieron al catolicismo cuando así se lo exigía el sacerdote para casarse con mujeres católicas. Aunque las mujeres de ambas ramas de nuestra familia siguieron siendo católicas, mi abuela paterna y algunas tías no iban asiduamente a la iglesia, ni rezaban novenas personales ni el rosario.
La historia familiar CHamoru es importante en ambas ramas de mi familia. El hermano pequeño de mi padre era el genealogista de la familia y vinculó a nuestra fa- milia con una tía, Maria de Castro de los Santos y Castro (1828-1890), que fue secuestrada en el río Agaña a los 15 años y llevada en barco a las islas Bonin. La madre de mi padre, Maria Leon Guerrero Santos, y su hermana, Maria Leon Guerrero Santos Rivera, relatan la historia del secuestro de Maria. Mi abuelo, Jesus Villagomez San- tos, es descendiente de la hermana de Maria, Ines de Castro de los Santos (1834-?). Viajé a Sa’ipan y entrevisté a tres de los primos de mi padre: Jesus Chumbai Maka Santos, Ramon Kumoi Santos Delon Guerrero y Manuel Manet Kiyu Seman Villagomez. Ellos habían conocido y hospedado a los hijos o los nietos de Maria de los Santos y Castro cuando los enviaron a Sa’ipan y Guam a estudiar. Cuando estaban en Guam, mi madre decía que
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