Page 35 - El arte del poder
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Italia. Tras varios avatares sucesorios y disputas con Francia, el ducado de Milán quedaría bajo control español desde 1540 hasta el siglo XVIII. Esta aportación es de gran importancia para el tema que nos ocupa, porque Milán había sido desde la Edad Media uno de los principales centros continentales de producción de armas militares y de lujo. Con ello Carlos V añadía Milán a los centros alemanes y flamencos bajo su órbi- ta. Desde entonces, las principales producciones milanesas fueron realizadas para la casa real española y para la aristocra- cia española e italiana dependiente de ella, circunstancia que tendría su repercusión en la pintura cortesana hasta mediados del siglo XVII.
El nuevo emperador creó una increíble armería hasta enton- ces sin igual, a partir de sucesivos encargos a los principales centros de producción europeos situados en los territorios por él controlados. Su armería se vería incrementada por las apor- taciones que recibió como regalos de la aristocracia europea que mantenía con él vínculos de diferente naturaleza. Su cons- tante actividad política y militar tuvo como consecuencia que algunos fondos de su armería se vincularan a algunos de los hechos más relevantes de su reinado, bien por haber sido encargos utilizados en ellos, o bien por haber ingresado en ella como regalos diplomáticos y familiares, o como trofeos mili- tares. Mediante alguna de estas vías las principales líneas de actuación del emperador quedaron reflejadas de alguna mane- ra en su propia armería. A ellas deberíamos añadir los aspec- tos simbólicos de la decoración de las armas, como se señala en el ensayo que sigue a éste.
Como defensor de la Fe y como testigo de sus relaciones con el papado, no siempre cordiales, recibió de Clemente VII uno de los estoques pontificios de la colección, también cono- cidos como espadas benditas, que los papas de Roma bende- cían el día de Navidad3. Estas espadas eran enviadas en señal de amor a los príncipes más escogidos de la Cristiandad para que acrecentasen la fe católica y defendieran la sede apostóli- ca. El estoque significaba la infinita potencia de Dios y la sobe- rana potestad temporal de su vicario en la tierra, cuyo nom- bre y año del pontificado eran grabados sobre las hojas acompañadas por el escudo pontificio.
En el ideario carolino, la defensa de la Fe y de la Cristian- dad también eran conceptos que justificaban, razones políti- cas aparte, la lucha contra el imperio turco y contra las here- jías. Este es el caso de la victoriosa campaña de Túnez de 1535, liderada por el emperador como una operación de castigo a la flota de Barbarroja, cuya base se situaba en Túnez. A esta vic-
tastes and preferences. The workshop of the Helmschmid family of armorers was his favorite, but now headed by Lorenz’s successors Kolman and Desiderius Helmschmid.
Charles V made his own contributions to the family legacy, such as the control of the duchy of Milan, which he snatched from Francis I of France following the battle of Pavia in 1525, becoming the leading force in Italy. After various vicissitudes of succession and quarrels with France, the duchy of Milan remained in Spanish hands from 1540 to the end of the eighteenth century. The conquest of Milan is extremely relevant to the subject of this essay, as the duchy had been one of the main continental centers of production of military and luxury arms since the Middle Ages. Charles V thus added Milan to the German and Flemish centers in his sphere of influence. Thenceforward the output of the Milanese centers was geared mainly to the Spanish royal household and the Spanish and Italian aristocracy in its service, which would have repercussions on court painting until the mid seventeenth century.
The new emperor built up an amazing, hitherto matchless armory through successive commissions from the leading European production centers located in the territories he controlled. His collection was further enlarged by the gifts he received from the European aristocracy bound to him by various kinds of ties. As a result of his incessant political and military activity, some of the holdings of his armory came to be associated with a few of the most significant events of his reign—either because they had been used on those occasions, or because they had entered the collection as diplomatic and family gifts or military trophies. The emperor’s main courses of actions are reflected to an extent in his own armory. A further point to consider is the symbolic decoration of the arms, which will be dealt with in the following essay.
As a testament to his role as defender of the Faith and his relations with the papacy—which were not always cordial— Charles received from Pope Clement VII one of the papal swords in the Royal Armory collection, which are also known as “blessed” swords as the popes in Rome blessed them on Christmas day.3 These swords were sent as tokens of affection to selected princes of Christendom to encourage them to strengthen the Catholic faith and defend the Holy See. The sword signified God’s infinite power and the sovereign temporal power of his Vicar on earth, whose name and year of reign were engraved on the blades, accompanied by the papal arms.
34 la real armería en el contexto de la historia de españa entre los siglos xv y xvii