Page 99 - El arte del poder
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 Armadura del emperador Carlos V
Kolman Helmschmid
Augsburgo, hacia 1525
Acero grabado y dorado, cuero
Patrimonio Nacional. Madrid, Real Armería, cat. A.93
bibliografía: Martínez del Romero 1849, p. 185, n.o 2470; Valencia de Don Juan 1898, pp. 34-38, n.os A.93-A.107, lám. VIII; Godoy 1991, pp. 138-143, n.o 21
El combate a pie en campo cerrado era una modalidad del torneo en la que dos contendientes se enfrentaban con espadas, puntuando el número y la localización de sus golpes. Para ello se utilizaban arma- duras que cubrían completamente el cuerpo, para evitar puntos débi- les, lo cual requería de un alarde técnico que debía asegurar la preci- sión de su articulación y facilitar los movimientos. Ello suponía una búsqueda continua de soluciones para satisfacer al reducido número de connoisseurs que podía pagar estas costosas armas, en las que la perfección técnica y los diseños exclusivos eran tan importantes o más que su riqueza y complejidad decorativa. A la cabeza de todos ellos se encontraba el emperador Carlos V, que llegó a reunir una armería personal de dimensiones hasta entonces desconocidas.
Al igual que en otras variedades de enfrentamientos, la tipología de las piezas específicas para cada tipo de torneo podía variar según modalidades regionales, con independencia de la procedencia del armero que la forjaba. En este caso es el armero imperial Kolman Helmschmid de Augsburgo quien la hizo según las modas italianas, es decir, con un gran tonelete o falda articulada de gran fuerza visual. En él destaca la escena de cacería de su orla con un oso, un ciervo y un jabalí perseguidos por perros de caza, motivo por el que es cono- cida como la armadura «de tonelete de cacerías» desde el siglo XVI. Otro rasgo distintivo de la decoración, que aporta un aspecto sobrio y elegante al conjunto, son las bandas grabadas y doradas que reco- rren sus piezas. Estas bandas, inspiradas en la indumentaria contem- poránea, responden al gusto personal de Carlos V, y por ello apare- cen en gran parte de sus armaduras. En ellas se encierra un rico y minucioso universo de follajes, flores, cornucopias, trofeos, seres fan- tásticos, delfines y personajes alegóricos, entre otros, cuya contem- plación y disfrute estaba reservado, por su tamaño, al emperador y a su círculo físicamente más cercano. a.s.c.
Armor of Emperor Charles V
Kolman Helmschmid
Augsburg, c. 1525
Etched and gilt steel, leather
Patrimonio Nacional. Madrid, Real Armería, cat. A.93
bibliography: Martínez del Romero 1849, p. 185, no. 2470; Valencia de Don Juan 1898, pp. 34-38, nos. A.93-A.107, illus. VIII; Godoy 1991, pp. 138-143, no. 21
Foot combat within a “closed field” was a tournament sport in which the two opponents fought with swords, being awarded points for the number and location of the blows they dealt. The armors worn fully covered the body in order to leave no weak spots and required technical sophistication to ensure precision of articulation and ease of movement. Solutions were constantly sought to meet the demands of the small number of connoisseurs able to afford these costly arms, in which technical perfection and exclusive design were equally, if not more, important than richness and decorative complexity. The most prominent of them all was Emperor Charles V, who came to amass a personal armory of a hitherto unprecedented size.
As in other forms of combat, the pieces designed specifically for each type of tournament were subject to regional variations, irrespective of the provenance of the armorer who made them. The present armor was crafted by the imperial armorer Kolman Helmschmid of Augsburg in accordance with Italian fashions— that is, with a large tonlet or articulated skirt with a striking visual presence. A prominent feature of this tonlet is the hunting scene on the border showing a bear, deer, and wild boar chased by hounds. Indeed, it has been known as the “hunt tonlet” armor since the sixteenth century. Another distinctive feature of the decoration, which contributes to the armor’s overall sober and elegant appearance, is the radiating etched and gilt bands. These bands, inspired by contemporary clothing, appealed to Charles V’s personal taste and are therefore found on many of his armors. They display a rich and minutely detailed universe of foliage, flowers, cornucopias, trophies, fanciful creatures, dolphins, and allegorical figures, among other motifs, the sight and enjoyment of which were reserved for the emperor and the members of his circle in closest physical contact with him. a.s.c.
98 las armaduras como obras de arte e imagen del poder

















































































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