Page 122 - Glosario imposible
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Aida Sánchez de Serdio
constantemente, en las relaciones cooperativas basadas en la confianza en las que participemos, por las cooptaciones e instrumentalizaciones de las que podemos ser objeto, por los valores afectivos y simbólicos políticamente correctos que aportamos, no solo a pequeña escala (en la que las compensaciones emocionales suelen predominar), sino también y sobre todo en un plano estructural.
La segunda reflexión se centra en el aspecto afectivo de la confianza desde la perspectiva del cuidado y el riesgo. Hemos repasado cómo Acedo y Gomila proponen que la confianza puede operar como una especie de bypass emocional a la hora de tomar decisiones y cooperar, frente a un cálculo racional del riesgo imposible en sociedades complejas y extensas. Por otro lado, Baier señala su carácter mediador entre los valores morales abstractos (libertad, justicia) y
la experiencia afectiva recíproca (cuidado), pero también destaca la vulnerabilidad que necesariamente acompaña a la confianza y que es, de hecho, su condición, así como la posibilidad de que la confianza dé lugar a relaciones no siempre deseables para los participantes. Esta definición compleja abre el campo a una crítica de las versiones más corporativistas de la confianza y, ya puestas, de los cuidados.
Cuando pretendemos que la confianza se base en la certeza de la conducta benevolente del otro u otra, que da la familiaridad y la identidad, corremos el riesgo de cancelar todo disenso, aquello que según Ernesto Laclau y Chantal Mouffe es la base de la democracia13. No podemos ni debemos trabajar buscando una seguridad garantizada. Abrirse a la vulnerabilidad implica que aquellos que nos cuidan deben poder fallarnos, y lo harán, igual que nosotros un día también les fallaremos y decepcionaremos sus expectativas. Hay que desconfiar de la confianza y de los afectos que pueden estar encubriendo una relación asimétrica y un consenso impuesto. La presencia y la voz de cuerpos extraños que supongan una disrupción de esa relación de afinidad identitaria puede ser muy productiva, aunque no necesariamente agradable ni bienvenida.
Finalmente, podemos imaginar posibilidades de colaboración fructífera sin necesidad de que exista una confianza fuerte entre los implicados.
13. Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una 122 radicalización de la democracia, Siglo xxi, México y Madrid, 1989.