Page 148 - Glosario imposible
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LaFundició Fracaso
los límites de la institución educativa. A pesar de que la instalación de los módulos en el patio del centro había sido aprobada de forma unánime por el consejo escolar, la dirección intentó abortar el proyecto en el momento en que empezó a convertirse en algo demasiado real: ante la implicación y el entusiasmo de los y las estudiantes, echó mano de la normativa para paralizar la intervención arquitectónica y ejerció un paternalismo fundamentado en la idea de que únicamente la dirección sabía “lo que era bueno” para los y las alumnas, haciendo uso así de los mecanismos coercitivos semiocultos que le confieren la “máxima autoridad” del centro4. La historia es larga y está llena de negociaciones, presiones y resistencias que nos colocaron en la tesitura de qué hacer con una vivienda prefabricada compuesta por tres módulos que ocupaban, en su conjunto, una superficie de 42 m2: intentar buscar la cesión de uso de algún solar en el barrio —que nunca se consiguió—; escuchar
cómo los responsables del área de participación ciudadana del Ayuntamiento negaban el carácter participativo de todo el proceso, alegando que partía de un conflicto; que se denegara a los jóvenes implicados organizar una charla
en un equipamiento público para explicar su experiencia porque, en opinión de sus gestores, era un acto “político”; que el regidor de participación —que casualmente también lo era de juventud— se negara a recibir y escuchar a los y las jóvenes implicadas en el proceso —que se organizaron entonces como Asociación Juvenil EspaiDer3*—; y toda una retahíla de conflictos que a lo largo de tres años constituyeron uno de nuestros espacios más valiosos de aprendizaje, atravesado por la indignación, la frustración y la rabia de chocar una y otra vez con la imposibilidad de la transformación, pero al mismo tiempo por la alegría de estar y resistir juntas.
projecte3*/EspaiDer3* nos enseñó, entre muchas otras cosas, a dudar
de las historias de éxito, de los relatos que frecuentemente hablan de prácticas artísticas comunitarias sin fisuras. La ausencia de quiebres
—de “fracasos”, dirían otros— en estos relatos escamotea los conflictos intrínsecos a cualquier proceso colectivo de producción de sentido; de este modo, muchas prácticas artísticas comunitarias, así entendidas y explicadas, terminan por funcionar como un instrumento de pacificación social que sotierra los conflictos derivados de la desigualdad de posiciones en la estructura de relaciones. Es así que los modos de hacer y de narrarse que fueron dándose en el desarrollo de projecte3*/EspaiDer3* entraron en tensión con las palabras y los modos de hacer propios de las
4. Como, por ejemplo, la potestad de los directores de autorizar o denegar el acceso a un equipamiento 148 público como es un centro educativo.