Page 192 - Glosario imposible
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Es Baluard Agentes
Esta reflexión compartida genera otro tipo de relatos y ensaya otras posibles relaciones dentro del espacio institucional. Sin embargo, existen retos intrínsecos en los proyectos colaborativos impulsados por instituciones culturales y en los que intervienen múltiples agentes en los cuales reside, precisamente, su mayor riqueza y potencial reflexivo. Estos retos son parte constitutiva de este tipo de procesos7 y es necesario tenerlos en cuenta tanto a la hora de desarrollar el trabajo colaborativo como de representarlo y hacerlo visible8.
Uno de los principales motivos de tensiones en este tipo de proyectos es
la discusión sobre el rol a desempeñar por los artistas y cuál debe ser su posicionamiento respecto a los demás agentes implicados. Estas fricciones representan uno de los escollos recurrentes en la colaboración entre ambas partes. La dificultad imbricada en trabajar desde posiciones diferentes pero de manera horizontal no solo apela a la relación artista-educador, sino que impregna todo el tejido de relaciones que configuran el entramado de los proyectos. Para trabajar este posible punto de conflicto es esencial la figura del mediador, que sin ocupar una centralidad que desplace a los grupos implicados, vela para no interponer los intereses y el punto de vista de las instituciones culturales y de los artistas a los de los colectivos y comunidades con quienes se trabaja.
Muchas veces es también la institución misma la que ensalza el papel del artista. Frecuentemente se los reclama como outsiders, capaces de hacer propuestas rompedoras y al margen de las dinámicas y del sentido común de las instituciones o las comunidades con las que se las invita a trabajar. Y se considera que precisamente en este valor diferencial reside el mayor beneficio de incorporar artistas a estos proyectos. En esta misma línea se inscribe una visión despolitizada del arte comunitario, según la cual la creatividad de los artistas puede sanar los problemas sociales9. Subyace a estos puntos de vista
7. “[...] El arte colaborativo crítico permite aflorar todo tipo de relaciones entre los diversos agentes implicados. En definitiva, la política relacional significa hacer problemático el cruce entre la ética y la estética que los proyectos artísticos colaborativos reclaman”. Aida Sánchez de Serdio, La política relacional en las prácticas artísticas colaborativas.Cooperación y conflicto en el desarrollo de un proyecto de vídeo comunitario, tesis doctoral, Facultat de Belles Arts, Universitat de Barcelona, 2007, p.13, disponible en <www.aidasanchezdeserdio.wordpress.com>.
8. La llamada a reflexionar críticamente sobre el trabajo colaborativo impulsado por las instituciones culturales en España está poco a poco dando sus frutos, como también demuestra la tesis doctoral de Fermín Soria Ibarra, El giro educativo y su relación con las políticas institucionales de tres museos y centros de arte del contexto español, que ha sido presentada recientemente en la Universitat de Barcelona.
9. En general, las acusaciones se centran en que los proyectos de este tipo se limitan a celebrar aspectos
positivos de las comunidades con que trabajan, a exaltar valores moralmente correctos —la paz, la convivencia,
la diversidad, etcétera—, dejando intactos los problemas y contradicciones de las situaciones tratadas. En este
sentido, lo social tendría como efecto la eliminación de lo político. Aida Sánchez de Serdio, “Arte y educación: 192 diálogos y antagonismos”, en Revista Iberoamericana de Educación, 52, 2010, pp.43-60 (50).