Page 255 - Glosario imposible
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Autonomía
Eso sí, ningún modo de relación, ningún equilibrio entre repertorio y disposiciones, sucedía en el vacío, aislado de otros mil equilibrios que podían estar fraguándose al mismo tiempo. Es más, la manera en la que dichos equilibrios existieran finalmente, si es que eran planteables, era algo que excedía el limitado marco de cada poética: los artesanos del arts & crafts
de finales del siglo xix o los campesinos de Chiapas de finales del siglo xx no dependían únicamente de su propio equilibrio modal, sino que estaban insertos, tramados, en una lucha incesante con un paisaje complejo que los precedía y los situaba, un paisaje que, a su vez, podía ser cambiado por ellos, pero con el que obviamente había que contar. Todo modo de relación aparecía entonces como la articulación de un repertorio con unas disposiciones en un paisaje.
Así, sin demasiada violencia, nos vimos pertrechados de tres categorías modales16: lo repertorial, lo disposicional y el paisaje, que no solo explicaban la contextura de los modos de relación que estábamos investigando, sino que nos permitían un acercamiento crítico a los mismos.
Podíamos juzgar lo exhaustivo y oportuno de los repertorios, lo pujante y variado de las disposiciones y el nivel de hostilidad o complicidad que el modo de relación en cuestión iba a encontrar en el paisaje. Podíamos comparar diferentes modos de relación, indagar sus fortalezas y debilidades, sus rigideces y sus inestabilidades, sus posibles alianzas con otros...
A mi juicio, todo esto abre un campo apasionante de estudio en el que el ámbito de lo estético comparte mimbres con el de lo social y lo político, respetando cuidadosamente la especificidad de cada uno de ellos, pero mostrando justamente aquello que tienen de común en su fábrica. Mucho es lo que queda por investigar en el campo de la estética modal17, pero me parece claro que el concepto de autonomía modal puede tener un peso tan cabal para la estética como el que ha tenido el principio de la autopoiesis en la epistemología contemporánea, al mostrarnos que desde las dunas de arena hasta los sistemas sociales la clave se halla en aprender a diferenciar las formas de autoorganización.
16. Lo llamamos “categorías modales” ya que nos permiten aprehender algo “de un modo determinado”. Así, por ejemplo, podemos pensar en las inteligencias múltiples de Howard Gardner de modo repertorial, en la medida en que forman un conjunto internamente tramado, o de modo disposicional, en cuanto que nos fijamos en los detalles del despliegue de una sola de ellas sin relación con las demás. Lo repertorial y lo disposicional no aluden a “objetos” diferentes, sino a los mismos objetos “de diferente modo”. Al contrario de lo que suele suceder con los pares de categorías de contenido (orgánico-inorgánico), los juegos de categorías modales no son excluyentes.
255 17. A este respecto no puedo sino remitir a los fragmentos que he ido publicando en Internet y, sobre todo, la Estética modal (Jordi Claramonte, Estética modal, Tecnos, Barcelona, 2016).