Page 48 - Glosario imposible
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Orquestina de Pigmeos
Nuestro trabajo en relación con el público es esencialmente vivencial, enfocamos el desarrollo de las piezas tratando de provocar experiencias que puedan ser transformadoras. Aunque esto pueda sonar un poco pretencioso, se trata de experiencias tan sencillas como darte la posibilidad de prestar atención al espacio por el que circulas a diario. En el fondo, el trabajo consiste en provocar un leve desplazamiento del marco de observación y escucha que haga que evidenciemos lo cotidiano como si nos encontráramos con ello de forma primigenia.
La Orquestina de Pigmeos está ahora en un momento en que se vislumbra una transición de las piezas efímeras a obras que tendrían la posibilidad de repetirse. Una obra fundacional y pre-Orquestina para nosotros fue Felipe vuelve a casa con las ovejas sonando, el concierto cotidiano de un rebaño con el pastor en su vuelta diaria del campo al redil. Aquella obra tuvo un cierto impacto mediático
y se planteó su repetición que ya se vio entonces que esa repetición aludía a
un cambio de formato que convertía la pieza prácticamente en una mercancía. Por otro lado, la Orquestina tiene mucha influencia de la performance y del arte de acción de los 60 que contemplaba la esencialidad del momento de representación, casi como un dogma. Pero las circunstancias, no sabemos si por evolución natural nuestra o por cuestiones externas de programación, nos han situado en contextos escénicos en los que la posibilidad de repetición, el bolo, está ahí. Y ahora nos planteamos por qué no intentarlo, cuando siempre nos ha gustado experimentar nuevos lugares, por qué no probar a ver cómo funcionamos fuera de nuestro espacio de confort efímero.
Durante el proceso de conocimiento del entorno en el que vais a trabajar, ¿cómo decidís qué es lo que se selecciona y lo que se descarta? ¿Cómo se construye ese imaginario? ¿Es vuestra metodología diferente entre trabajar con propuestas específicas de terceros o con propuestas propias?
No hacemos más de un proyecto por año, intentamos alargar al máximo el proceso, medio año si es posible. Como sabemos que el último tramo será intensivo y con un estrés creciente, buscamos equilibrar nuestro espíritu tomándonos con mucha tranquilidad las primeras fases de trabajo; disfrutando, conociendo, experimentando... Nos dejamos llevar por la intuición, sin pensar en un formato final, con la condición de no repetirnos, de buscar algo nuevo que nos atraiga por desconocido. Paseamos, hablamos con mucha gente,
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