Page 31 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook
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Su importancia política en el Ayuntamiento acaso les ayudara a ello. La no escasa nómina de escribanos y notarios en la ciudad vendría además a apo- yar esos impulsos. Pero de todos ellos el más importante fue el padre de Manuel, Esteban Azaña, del que luego hablaremos. Prometido queda.
Señalemos antes, como curiosidad, que uno de ellos emigró a Perú. Era don Santiago Bartolomé Azaña, que en el siglo xvii creó una quitería y fue, amén de caballero de la Orden de Santiago, alcalde de Lima; se le dedicó la calle principal limeña, hoy llamada De los Gallinazos. Decididamente, los Azaña estuvieron lejos de tener suerte, ¿hasta hoy?, con los topónimos. Pero siga- mos con los alcalaínos. En 1808, durante la invasión francesa, Miguel Azaña (1767-1817) era escribano de número del Ayuntamiento. Es muy probable que fuera uno de los firmantes de los vales con los que el consistorio contri- buía, muy generosamente y a su pesar, al mantenimiento de los invasores al mando del coronel Hugo, padre del gran Victor Hugo. Esos vales, de 1809, iban firmados además por el alcalde Francisco de Huerta y por el licenciado J. D. Palomares, también empleado municipal y del que muchos sostienen la teoría de que sea el autor del curioso e interesante libro Diario de un pa- triota complutense durante de la Guerra de la Independencia 1.
Pero sigamos con la nómina de funcionarios del Ayuntamiento. Habíamos dejado al escribano Miguel Azaña firmando los vales de aprovisionamiento a las tropas galas en señera compañía. Destaquemos ahora que su hermano Nicolás era notario en Alcalá y que el hijo de Miguel (1768-1805) es Este- ban Azaña Hernández, escribano municipal, quien también fue padre de Quintín Azaña Rojas, el que fuera presidente, entre otros cargos, del Cole- gio de Abogados de Alcalá. Y es posible, es un dato que habría que estudiar, que fuera también padre de Jesualdo Azaña, casado con una hermana de Gregorio Azaña, y, acaso, el único militar de la familia.
Por su parte, Gregorio, notario, y en 1859 escribano del Ayuntamiento alcalaíno, casa con Concha Catarineu, con la que tiene a Esteban Azaña Catarineu en 1850, concejal complutense desde 1875 y alcalde en dos ocasiones: 1878-1881 y 1887-1890.
Como lo prometido es deuda, hora es llegada de contar las vicisitudes del Azaña más importante para Alcalá, y padre de Manuel Azaña. Esteban se casó con María Josefina Díaz-Gallo Muguruza, con la que tuvo cuatro hi- jos: Gregorio, Manuel, Josefa y Carlos, que moriría joven, y que en la Corporación de 1877, coincide ya con otro gran alcalde, Félix Huerta y Huerta, del que tres de sus cuatro hijos fueron también alcaldes, así como un nieto y un biznieto. Él mismo era descendiente de otro Huerta alcalde, e hijo y nieto de concejales. Aunque de esa otra saga, algo deberíamos decir más adelante, aunque solo sea que Félix Huerta y Huerta fue alcalde en cuatro ocasiones, entre 1894 y 1905. Ambos marcaron el siglo xix y los inicios del xx: pavimentaron calles, uno de ellos construyó el paseo de
1 Madrid, Tipografía de Hijos de G. Hernández, 1894.
30 arsenio lope huerta




























































































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