Page 365 - El rostro de las letras

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José Gutiérrez Solana (Madrid, 1886-1945) tuvo un protagonismo notable, desde que Zuloaga y Gómez de la Serna descubriesen su talento. Josep Pla, que pocas veces se acercó a Pombo, advirtió ense- guida que Solana era el único miembro de la tertulia que venía ya ce- nado de casa. Las fotografías le muestran tosco y esquinado, como de cura de aldea o marqués pasado por el filtro de la democracia. Cortés y Salazar le retrataron con ocasión de sus exposiciones o para alguna entrevista en su casa de la calle de Santa Feliciana, donde vivía con su hermano Manolo, que parecía el negativo del pintor. Aunque posaba a menudo con traje, corbata o chalina, sus trazas eran las de persona desastrada y como recién llegada de la cola de la sopa boba de la parroquia. Con el tiempo, Solana fue perdiendo apostura, si es que alguna vez la tuvo, y su naturaleza anarquizante se fue hacien- do más sumisa, como nos muestran las fotografías de Contreras y Santos Yubero, que le retrataron en los días de su carta de adhesión a Franco, que tanto irritó a Baroja. Algunos fueron entonces poco in-
Entre estas dos fotografías de Gutierrez Sola- na hay una distancia de casi treinta años. La de la izquierda la tomó BIEDMA hacia 1910. La otra es de SANTOS YUBERO. (Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Fondo Fotográfico Martín Santos Yubero)