Page 18 - El Capitán Trueno. Tras los pasos del héroe
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allá de las convenciones, más allá de los poderes y las normas, de la moral y del derecho, de la ley. Lo importante es el trayecto, el devenir de la aventura: venturosa en ocasiones, desventurada en otras muchas. Parco es el relato al señalar el origen: constata la falta; aunque sea la falta de información. Escaso es también al relatar la infancia, época en la que el héroe todavía está hospedado en la casa natal; si acaso algo se constata, es a modo de premonición o profecía, a modo de figura: tal vez una hazaña, tal vez un milagro, que ofician, efectivamente, más bien como anuncio de la in-quietud por-venir.
Por no estar fijado o condenado al origen, ni siquiera en el lenguaje halla el héroe casa natal plenamente asegurada. La palabra es antigua, su sentido es incierto. Poco tiene que ver con el amor (eros), poco con la pregunta o la palabra (eírein): la enseñanza de Sócrates en el Cratilo (de Platón) es una broma, de buen gusto, que se prolonga en resonancias. Incluso el sabio Pierre Chantraine duda, en su musculoso Dictionnaire étymologique de la langue gréque, entre proponer una derivación de la raíz indoeuropea *ser (variante de *swer y *wer) o un préstamo noindoeuropeo. En el segundo caso el significado se ignora(ría) completamente; en el primero se acerca(ría) a la protección, a la defensa. El héroe sería en la etimología (también, muchas veces, en el relato, en el mythos) el protector, el defensor.
Se ha podido hablar, con razón, de las mil caras del héroe. Y seguramente no cabe extraer de ese redondo guarismo facial una serie abarcable de rasgos que permita establecer concepto o dibujar una única figura. Se trataba en los párrafos anteriores de conside- raciones generales, de sobra
 conocidas, que no agotan (tampoco es su propósito) el catálogo de atributos heroicos, pero que han de servir para apuntar alguna característica del Capitán Trueno: protector de débiles y oprimidos, defensor frente a la injusticia del tirano. Por necesidad, azar o destino, separado del origen; y de un origen tardía y escasamente conocido. Y viajero incansa- ble que fatiga tierra, mar y aire por los cinco continen- tes (en un momento en el que no había tantos): no del todo exiliado, no del todo peregrino, ni mercenario; pero siempre animado por una in-quietud. Justicia es el nombre, quizá excesivo, que guía su ruta.
Dibujo original de Ambrós (Miguel Ambrosio Zaragoza)





























































































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