Page 116 - Glosario imposible
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Aida Sánchez de Serdio
puede haber diversos tipos de confianza?, ¿implica siempre que los agentes se conozcan profundamente?, ¿depende de las cualidades morales de los individuos implicados o puede tratarse también de algo estructural?, ¿es imprescindible que exista confianza para que se produzca una colaboración fructífera o interesante?, ¿cuál es su relación con otros aspectos de la vida social como la economía, la política, la gestión, la productividad, etcétera?, ¿es posible imaginar una confianza problemática, es decir, podría haber una confianza “no deseable”? Con estas inquietudes en mente, inicié la exploración del concepto que ahora comparto en este texto para contribuir, en la medida en que sea capaz, a un debate necesario en el campo de las prácticas artísticas colaborativas.
Quisiera aclarar desde el principio que no se trata de proponer una enmienda a la totalidad a la idea de confianza. Es evidente que sería imposible vivir en un contexto de desconfianza sistemática entre personas, instituciones o incluso hacia nosotras mismas... Sencillamente no podríamos llevar a cabo las más simples acciones cotidianas: necesitamos confiar en que el autobús llegará a nuestra parada (aunque sea con retraso), que nuestros empleadores o clientes nos pagarán (aunque también sea con retraso), que mañana encontraremos comida en el supermercado, que contaremos con el afecto de nuestras amistades y familiares o que nuestros gobernantes harán un uso justo y comedido
de la violencia. El hecho de que a veces estas cosas no ocurran confirma aún más la importancia de la confianza en las relaciones sociales, puesto que explica que podamos operar de manera sistemática o relacional sin disponer necesariamente de garantías.
II La confianza como concepto y como principio de acción humana ha despertado interés en ámbitos como la moral y la filosofía, por un lado,
y la antropología, la sociología y la psicología, por otro. Los primeros se interesan por la confianza como noción abstracta y por sus implicaciones éticas, mientras que los segundos exploran su emergencia y desarrollo empíricos en sociedades humanas concretas, así como sus motivaciones y efectos tanto individuales como colectivos2.
2. Algunos de los autores relevantes para la discusión de este concepto son David Hume, John Locke,
Georg Simmel, Annette Baier, Talcott Parsons, Niklas Luhmann, Hilary Putnam, Anthony Giddens, 116 Francis Fukuyama o Erik Erikson.



























































































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