Page 173 - Glosario imposible
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Haizea Barcenilla Retorno
Esta idea del procomún, cada vez más interiorizada en los planteamientos de gobernanza, ofrece la posibilidad de replantearse la dicotomía entre
lo público y lo privado, y conduce a políticas más enfocadas a la vida que
a la producción y al consumo5. Al mismo tiempo abre todo un campo de reflexión en lo referente a las prácticas participativas. De hecho, Ugo Mattei afirma que los bienes comunes no pueden ser comprendidos como objetos y, en contra de las lógicas mecanicistas, no pueden separarse del sujeto. Nosotros no tenemos bienes comunes, sino que somos parte del procomún en tanto que parte responsable e implicada en el mantenimiento de la existencia de esos bienes6. Este cambio de enfoque nos permite reflexionar sobre las comunidades que se crean en torno a estos proyectos como relaciones valiosas en sí, como procomún que enriquece nuestro patrimonio inmaterial.
La importancia de esta relación fue evidente en Andrekale. Se estableció una organización, una serie de relaciones de corresponsabilidad y apego entre las integrantes, que se convirtió en sí misma en un valor más del proyecto. Por una parte, sin el trabajo de todas las implicadas (tanto
los miembros del grupo Kalandria como las más de doscientas mujeres de Hernani que colaboraron en diferentes momentos) el proyecto
nunca se habría podido llevar a cabo. Pero también hemos de destacar su importancia a nivel emocional, que podríamos integrar dentro del campo de los cuidados. Dentro de esa red de afecto y colaboración nos situamos también las artistas y yo misma como mediadora, de manera que los intercambios no se basaban exclusivamente en una relación contractual de producción de un objeto, sino que implicaban una serie de valores emocionales que compartíamos con las comanditarias. Considero que este elemento, normalmente pasado por alto debido a su difícil evaluación, es fundamental a la hora de estimar lo que aportan los proyectos participativos. Las dinámicas de cuidados y de respeto mutuo que se desarrollan a menudo en estos contextos representan un tipo de valor simbólico importante, una forma de hacer y de desplazar valores más mercantilistas que son, en mi opinión, uno de los elementos de cambio más relevantes dentro de eso que queremos llamar “retorno”.
5. Los bienes comunes se han convertido en un concepto clave en los programas políticos como el de Barcelona en Común, que incluso lo incluye en su nomenclatura. Un acercamiento claro y conciso a la importancia de los comunes en la gobernanza se encuentra en Joan Subirats, Otra sociedad, ¿otra política? Del “no nos representan” a la democracia de lo común, Icaria Editorial, Barcelona, 2011.
173 6. Ugo Mattei, Beni comuni. Un manifesto, Editori Latenza, Bari, 2012, p. 53. [Trad. cast. Bienes comunes. Un manifiesto, Trotta, Madrid, 2013.]