Page 36 - Fernando Sinaga. Ideas K

sé muy bien si al hacer este texto estaba tratando de derribar la noción de autor, aunque lo que sí me parece bastante claro es que buscaba introducir la idea de que no todo lo que sucede dentro del campo gravitatorio creativo procede de la voluntad personal.
GM Huellas, «in absentia», fuego, luz, materiales efímeros, implican la inclusión de un cierto «tempo» como elemento plástico. Sin embargo, no parece tratarse de un tiempo interiorizado, más bien es un tiempo objetivo e histó- rico relacionado con la idea de presencias «inevitables». ¿Puedes hablarme de ese «tempo» tan especial?
FS La desaparición de la realidad es un hecho constante en nuestras vidas. Nada permanece, todo se va y, en el mejor de los casos, va y viene, ya que nuestra conciencia está humedecida por la pérdida y como una despedida nos impulsa hacia un estado en fuga que nos hace vivir como si algo se nos escapara permanentemente de las manos. La exposición La vida ausente es una vida que incluye lo que ya no está, un contramundum que busca lo que está detrás de los ojos.
GM ¿Tienes la idea de que una instalación sólo funciona cuando altera la percepción del espacio?
FS A mi entender, una instalación no debe únicamente modificar el lugar donde se realiza y su figura final no debería limitarse a ser un ejercicio perceptivo
o fenomenológico en torno a la experiencia del espacio. Hacer una insta- lación no consiste en situarse o posicionarse adecuadamente resolviendo las dificultades permanentes que nos proporciona el lugar; una instalación debe poder constituirse como un espacio nuevo que desplace la conside- ración que teníamos del lugar físico que la acoge, pero ha de saber que
esa fuerza no procede tan sólo de lo fenomenológico, sino que proviene de haber sido capaces de introducir lo poético en el espacio y el tiempo, hasta crear una imagen final que se ausenta de la realidad.
GM Tus obras no son sólo para ver como tal..., provocan comportamientos espaciales. ¿Cómo te gustaría que se comportara el espectador?
FS La obra para mí no debe tan sólo despertar la experiencia visual o espacial del espectador. No consiste en desarrollar una fenomenología de la percep- ción o un despliegue del lenguaje solamente. La obra artística debería llevarnos a una fenomenología que tratara de subvertir lo visible, ya que
lo que vemos no es lo real. Detrás de las imágenes hay otras imágenes y no me sirven fenomenologías planas, en torno a lo que ves es lo que ves. Las imágenes encierran palabras y las palabras imágenes. Respecto a la recepción de la obra, siempre espero que ese espectador convertido en consumidor se despierte de repente al chasquido del arte y descubra que
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