Page 36 - Tapas. Spanish Design for Food
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valores españoles emergentes. Una de sus creaciones personales es un futbolín-mesa, donde se puede jugar mientras se come, una metáfora de un tipo de alimentación, ligado a la tapa, divertido e informal. Asimismo, ha colaborado con diversas empresas, como Castey, y con el diseñador Sami Hayek en la creación de contenedores singulares de comida.
Muchos cocineros han seguido la senda de colaborar con diseña- dores; uno de los primeros y más refinados fue Andoni Luis Aduriz, de la mano de Atelier Laia, liderado por Santos Bregaña. Su cooperación alcanza una delicadeza rayana en lo artístico, en consonancia con la gastronomía de Mugaritz, diseñando desde la carta-menú Aizkora (ha- cha), hasta los platos o el interiorismo del local. El Celler de Can Roca ha creado desde aparatos de cocina como el Roner, en 1997, para cocina a baja temperatura, hasta el Rotaval, desarrollado con la Fundación Alicia para obtener destilados de gustos variados. Uno de los postres céle- bres del Celler es Viaje a la Habana, en el que una copa con mojito se acompaña de un habano, en realidad un dulce helado que lleva aroma real de humo de Partagás. Otro se titula Gol de Messi, y consiste en una pequeña escultura, medio balón con un trozo de césped y la recreación de la trayectoria de un gol, como postre. Andreu Carulla, que colaboró en su diseño, también es el autor del sorprendente carrito de los pos- tres. Pero la apuesta más ambiciosa liderada por los hermanos Roca, insólita internacionalmente, ha sido El Somni (el sueño, en catalán), una experiencia transversal y multidisciplinar de investigación visual dirigida por Franc Aleu. Se trata de una ópera gastronómica en doce actos con doce platos y, a la vez, una exposición, un libro y una película producida por Mediapro.
El veterano Juan Mari Arzak también explota su vertiente creativa de la mano de Jon Rodríguez con Philips, con quienes ha desarrollado el proyecto Vajilla Multisensorial, una serie de contenedores interactivos que reaccionan al contacto con la comida, emiten sonidos, vibraciones, y generan luminiscencia e imágenes en movimiento. Igualmente, Quique Dacosta presta una gran atención al diseño en sus platos y sus diversos locales. Nandu Jubany, en una conferencia de la Barcelona Design Week sobre el diseño del futuro año 2050, afirmaba: «El diseño forma parte de todos y cada uno de los elementos de la experiencia gastronómica de forma transversal». Asimismo, Paco Roncero, desde su futurista Taller de las Emociones, ha creado un espacio único para experiencias multi- sensoriales gastronómicas, diseñado por la interiorista Carmen Baselga. Paco Morales ha trabajado junto a los arquitectos José Ramón Tramoyeres y Luis Fraguada en una impresora 3D de comida. Trabajan en dos líneas, por una parte, en la impresión de vajillas y, por otra, en la impresión de co- mida. Dani García ha colaborado con la empresa de calzado española El Naturalista en el diseño de suelas de zapatos inspiradas en las creaciones culinarias de aquel; el proyecto ha recibido el nombre de Delishoes.
En la actualidad vivimos una explosión de nuevas generaciones de chefs españoles que integran el diseño en su labor creativa. Muchos no solo eligen la vajilla, sino que se implican contratando a algún profe- sional para el diseño de esta, de su propio restaurante, cuidando todos los detalles (grafismo, Web, interiorismo, iluminación...) y buscando una originalidad que evite los productos estándar. Vivimos la era de la custo- mización, es decir, de la personalización, donde cada cocinero busca su espacio de libertad creativa que lo defina.
Al mismo tiempo, muchos diseñadores (industriales, gráficos e interio- ristas) se orientan hacia la gastronomía. El reto para estos nuevos crea- dores es saber estar a la altura de las circunstancias. También se abre una gran oportunidad para empresas productoras que sepan aprove- char el potencial y se atrevan a fabricar y distribuir por todo el mundo esta rica sinergia. Pocas veces España ha liderado con tanta calidad y acep- tación un sector como el de la gastronomía, tan estratégico para nuestra calidad de vida y tan fecundo para la creatividad. ¡Buen provecho!
menu, to the plates and the decoration of the premises themselves. The Celler de Can Roca has created kitchen utensils such as the Roner in 1997, for low-temperature cooking, and the Rotaval, developed with the Alicia Foundation to distil a variety of flavors. One of the most celebrated desserts served at the Celler is “Journey to Havana”, in which a glass of mojito accompanies a Havana cigar, in reality a frozen sweet containing the real aroma of a Partagás cigar. Another is entitled “Goal by Messi”, a little sculpture, half a football with a bit of turf and the recreation of the path of the goal. Andreu Carulla cooperated with the design, and also devised the surprising dessert cart. But the most ambitious innovation by the Roca brothers, without parallel anywhere in the world, has been El Somni (The Dream, in Catalan), an integrated, multidisciplinary visual exploration directed by Franc Aleu. It is a gastro-opera in twelve acts with twelve courses, and is also an exhibition, a book and a film made by Mediapro.
Veteran chef Juan Mari Arzak has also exploited his creativity with Jon Rodríguez and Philips, with whom they have developed the Multisenso- rial dining service, a series of interactive containers that react on contact with the food, emitting sounds and vibrations and generating lumines- cence and moving images. Also, Quique Dacosta pays great attention to design in his dishes and his several restaurants. Nando Jubany, in a conference as part of Barcelona Design Week on future design for the year 2050, asserted that “Design forms part of each and every one of the of the aspects that make up the gastronomic experience in an integrative way”. Another instance is Paco Roncero who, in his futuristic Taller de las Emociones (emotions workshop), has created unique surroundings for multisensorial gastronomic experiences, designed by the interior de- signer Carmen Baselga. Paco Morales has worked alongside architects José Ramón Tramoyeres and Luis Fraguada on a 3D food printer. They work on two lines of enquiry: the printing of crockery and the printing of food. Dani Garcia has collaborated with the Spanish shoe company El Naturalista on the design of soles for shoes inspired by his own culinary innovations; the project goes by the name of Delishoes.
We are now witnessing the burgeoning of new generations of Spanish chefs who have integrated design into their work. There are many who not only choose the tableware for their restaurant, but also become in- volved in its design by bringing in a professional in the field. They take care with every detail—graphics, Web site, interior design, lighting, etc.— in pursuit of originality, avoiding standard products. We live in an era of customization, of personalization, in which all cooks seek the freedom of the creative space that defines them.
In parallel with all this, industrial, graphic and interior designers are now focusing on gastronomy. The challenge for these new creative gen- erations is to be up to the task. A great opportunity is also opening up for manufacturing companies, who are able to take advantage of the poten- tial venture to produce and distribute this rich synergy all over the world. Rarely has Spain been in the lead, with such quality and such a high status, in a field such as gastronomy, which is so strategic for our quality of life and such a hot-bed of creativity. ¡Buen provecho!
En la página derecha: Catálogo de la exposición «A la mesa!», comisariada por Martín Azúa, que diseñó esta cubierta que, debidamente plegada, conforma una bandeja para comidas informales.
Opposite: Catalogue of the exhibition “A la mesa!”, curated by Martín Azúa, who designed this cover which, appropriately folded, forms a tray for informal meals.
Fotos / Photos: Martín Azúa
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