Page 12 - Anuario AC/E de cultura digital 2017
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La mayoría de ellos son curadores de conte- nido. Expertos en la materia que pueden actuar como guías competentes al sugerir recursos relevantes, lecturas y autores para explorar más a fondo el asunto en cuestión.
Los curadores de contenido analizan, examinan y comprueban toneladas de información, conte- nidos, recursos y herramientas potencialmente relevantes, buscan joyas raras que aporten un conocimiento y que solo se pueden encontrar después de un esfuerzo de búsqueda dedicado y sostenido.
Los curadores de contenido muestran públi- camente estos recursos, a menudo a través de canales específicos como blogs, podcasts, flujos de noticias o en colecciones en expansión junto a contenido adicional que va desde la información de referencia (autores, fuentes) a los recursos relacionados (dónde encontrar más información y dónde seguir explorando ese tema).
Pero no solo.
Los curadores dan un valor añadido clave con su evaluación personal, aportando su punto de vista y su intuición en todo lo que eligen, selec- cionan y deciden mostrar.
¿Qué hay en ese artefacto de información
que comparten que ha conseguido atención e interés? ¿Cuál es el valor que ven en él? ¿Con qué otras cosas han establecido conexiones?
Al agregar su propio punto de vista y revelar sus prejuicios, idiosincrasia e intereses, los curadores proporcionan un perfil mucho más creíble en marcado contraste con el enfoque de comunica- ción «diseñado», desapegado y altamente pulido que utilizan la mayoría de las empresas, profesio- nales y tradicionales expertos de medios.
El asesoramiento de los curadores de con- tenidos también es reconocible y claramente diferenciable del enfoque de los expertos profe- sionales porque, o bien es voluntario y no recibe
compensación económica alguna, o bien es resarcido directamente por quienes necesitan ser informados en vez de por aquellos que quieren vender algo.
El valor cultural de la curación
La contribución clave que la curación de conte- nidos proporciona a nuestra cultura es su papel como motor de descubrimiento y de dar sentido a cualquier arte, interés o ciencia.
Tomemos la música como ejemplo.
Si consideramos que hoy en día solo Spotify y Apple Music ofrecen más de treinta millones de canciones y que hay muchos más servicios de distribución de música, como Rhapsody, Sound- Cloud o Deezer, podemos darnos cuenta de lo difícil que resulta encontrar la música que nos gusta si no sabemos quién la hace.
Al igual que los responsables de música en el cine y la televisión, los curadores son en la actualidad los guardianes de la industria, a los que hay que acercarse con reverencia. Estos influenciadores in- visibles pueden destruir a un artista seleccionando su ubicación dentro de una lista de reproducción.
(Fuente: The Observer13)
La contribución clave que la curación de contenidos proporciona a nuestra cultura es su papel como motor de descubrimiento y de dar sentido a cualquier arte, interés o ciencia.
Con una estimación de un quinto de los flujos
de música que se producen correspondientes a listas de reproducción curadas, según Forbes14, los curadores de música se han convertido en activos muy valiosos para Apple Music, Pandora y Spotify. Sus clientes dan prioridad al valor de una selección humana sobre una algorítmica. Mientras, los fans de la música popular hacen
un trabajo muy similar en plataformas como Soundcloud15, Blip16 y 8tracks17, donde curan listas
                 LA CURACIÓN DE CONTENIDOS EN LA ERA DIGITAL · ROBIN GOOD
Cultura inteligente: Análisis de tendencias digitales












































































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