Page 83 - Anuario AC/E de cultura digital 2017
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Lo que IoT trae a los artistas: oportunidades
Internet of Things puede proporcionar nuevas oportunidades a los artistas. Por un lado, la crea- ción de obras de arte evolucionadas e hiperconec- tadas puede hacer subir el precio de las mismas. Por otro lado, cada artista puede crear una obra única incorporando nuevas maneras de interactuar, elevando la calidad de su trabajo y reduciendo las posibilidades de prácticas fraudulentas.
He aquí algunos ejemplos del denominado «Network Art» o arte interactivo, que permite compartir emociones o estados en obras de arte, accediendo a información desde cualquier lugar del mundo:
1) Proyecto eCLOUD
Instalado en el Aeropuerto Internacional de San José, eCLOUD es una obra de arte permanente de Aaron Koblin, Nik Hafermaas y Dan Goods. Está construido a partir de 3000 baldosas de policarbonato denominadas LTI SmartGlass. Cada una de las placas es capaz de cambiar de color a partir de los datos meteorológicos de más de cien ciudades. La información es recibida desde la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) y se utiliza para crear una simula- ción que representa el clima de cualquier ciudad del mundo, activando y desactivando las baldosas individuales a partir de un determinado patrón.
2) Living Light
Diseñado por Soo-in Yang y David Benjamin, Living Light es un proyecto que representa un enorme mapa donde se visualizan los barrios
de Seúl. Cada quince minutos, los paneles se iluminan en orden de la mejor calidad de aire a la peor, basándose en veintisiete sensores que en tiempo real envían información desde el Minis- terio del Medio Ambiente coreano. Además, los transeúntes pueden enviar mensajes a la «obra» para comprobar los datos de contaminación de su barrio.
3) Waves
Matt Roberts es un artista que ha diseñado una pieza denominada «Waves» que responde a las condiciones cambiantes del mar. Cada media hora se descargan los datos de una boya oceá- nica cercana a la instalación de la obra y estos datos se transforman en una onda sonora de baja frecuencia. Como el tamaño y el momento de las olas en el océano cambian continuamente, también lo hace la frecuencia de las ondas sonoras que producen. El sistema envía las ondas a un altavoz y luego proyecta en una pared la imagen de la onda recibida.
Para entender las nuevas posibilidades culturales que esta tecnología ofrece a teatros, cines y museos, comencemos el viaje entendiendo su impacto en las ciudades que dan cobijo a todos estos espacios.
Smart cities y su oferta cultural
Una smart city es un nuevo concepto donde el gobierno local o municipal enfatiza el uso de sistemas de información y tecnológicos para crear una infraestructura que ayude a aumentar la eficiencia operacional y difundir información a los residentes y visitantes, mejorando a su vez la calidad de los servicios públicos. Esto incluye transporte, administración de tráfico, energía,
http://www.aaronkoblin.com/project/ecloud/
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Cultura inteligente: Análisis de tendencias digitales