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4. Musealización del Media Art, I.
Nuevas condiciones
Gracias a las posibilidades que ofrecen los
nuevos sistemas de descripción y conceptualiza-
ción multicapa, tal y como posibilitan todas estas
nuevas tecnologías (sobre todo las digitales), la
obra de arte medial trasciende ahora el objeto
artístico para convertirse (identificarse) en un
«archivo». El archivo es, desde esta perspectiva,
un conjunto de información organizada. Un me-
tadato que no solo nos muestra el objeto-imagen
—en la mayoría de los casos una e.image (Brea,
2010)—, sino capas y capas de información
adjunta que completan la idea original. Además,
esto posibilita nuevas relaciones entre el creador
(autor), la obra de arte (metadato) y el destinata-
rio (espectador/usuario). Pensemos en los viajes
a través de las imágenes —ahora digitales— que
podemos hacer mediante zooms macro y micro,
o la versatilidad de su representación (2D, 3D,
RV, etc.).
Esta es la nueva situación y el nuevo arte que
el New Media Art trae a la esfera social, provo-
cando un verdadero tsunami en los procedimien-
tos de gestión del patrimonio artístico-cultural
(para ampliar, ver Martín Prada, 2023).
El museo tendrá que renovarse para poder
acoger (y exhibir) el New Media Art, que
es el conjunto de prácticas artísticas que
representa el Zeitgeist de nuestra época
actual.
Pero, antes de proponer una estrategia museo-
gráfica para el New Media Art, conviene hacer
una precisión previa: la diferencia entre el campo
de la digitalización para la musealización actual
y la musealización del New Media Art. Me duele
comprobar (sobre todo en artículos y textos
publicados en revistas indexadas y también en
ponencias y presentaciones en congresos y jor-
nadas especializadas) como se tiende a confundir
ambos campos de actuación. Es obvio que las
tecnologías digitales (sobre todo las que toman
en consideración los procesos multimedia, la
interactividad y los sistemas de inmersión) han
provocado con su aparición una auténtica revolu-
ción en la concepción del museo y sobre todo en
la presentación y exposición de sus colecciones.
La museografía actual se ha transformado por
completo y ya no es imaginable un museo que
no presente de forma interactiva y multimedia
sus colecciones ni que eluda tener presencia
en internet y (más recientemente) en las redes
sociales online. Pero esto no tiene relación (o al
menos estamos hablando de un campo de la mu-
seografía completamente diferente) con la ma-
nera en la que, necesariamente, el museo tendrá
que renovarse —hasta, tal vez, reinventarse—
para poder acoger (y exhibir) el New Media Art,
que es el conjunto de prácticas artísticas que,
de forma más primigenia, representa el Zeitgeist
de nuestra época actual. Su musealización pasa
necesariamente por una serie de actuaciones
que tendrán que llevar a cabo los museos que
pretendan tomarlo en consideración y exhibirlo.
Algo que cada vez se hace más necesario cuando
nos referimos a los (mal) llamados museos de
arte contemporáneo (por cuanto entiendo
que es una contradicción tratar de musealizar
prácticas artísticas que, al estar sucediendo en el
momento actual, no tienen todavía la suficiente
perspectiva como para poder ser historificadas y,
por tanto, musealizadas).
5. Musealización del Media Art, II.
Colecciones y relato
Esta es la nueva situación que las prácticas
artísticas del New Media Art traen a la esfera
social, provocando un verdadero tsunami en
los procedimientos de gestión del patrimonio
artístico-cultural del Media Art. Para poder
comenzar esta ingente tarea se hace necesaria
la creación de un relato previo, de una narrativa
historiográfica que ponga en valor todas estas
prácticas, explicándolas y contextualizándolas
dentro de la historia de las vanguardias y los
movimientos artísticos finiseculares y que encaje
con el relato museográfico del museo, de cada
museo, de cada colección en particular. Porque,
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