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son quienes acceden menos a servicios cultu-
rales). La cultura se convierte en una extensión
de los sesgos que existen en la sociedad y de las
relaciones desequilibradas de poder.
La sostenibilidad también debe afrontar las brechas
económicas y sociales de la sociedad, como la de género.
Imagen: CoWomen/Pexels.
En términos de brecha de género, la cultura
ha reproducido los mismos patrones que han
marcado las cosas fuera. En la digital, se suma
otra vertiente. Como recuerda15 la investigación
Género y creatividad: progresos al borde del
precipicio de la Unesco, para las mujeres resulta
más complicado acceder a las herramientas
digitales de creación y distribución. «Desde el
punto de vista tecnológico, la brecha digital de
género está dejando atrás a las mujeres y las
niñas en todos los ámbitos de la vida política,
económica, cultural y social, lo que se traduce en
un aislamiento y un acceso limitado a herramien-
tas e información fiables», denuncia en la nota
de prensa de presentación de las conclusiones
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
«Lograr la igualdad de género significará superar
estas vulnerabilidades y esto es especialmente
cierto para las mujeres que trabajan en los
sectores cultural y creativo», suma.
15 https://www.unesco.org/es/articles/la-desigual-
dad-de-genero-persiste-en-las-industrias-cultura-
les-y-creativas-segun-un-informe-de-la
Igualmente, la cultura también muestra proble-
mas de accesibilidad. En términos de diversidad
funcional, internet y las herramientas digitales
permiten ofrecer los contenidos o la información
desde un mismo espacio, pero adaptados a las
necesidades de cada persona. Incluso los hábitos
online han normalizado soluciones que mejoran
la accesibilidad, como el uso de subtítulos que
emplean cada vez más16 personas. No lo hacen
necesariamente por cuestiones de accesibilidad
y, sin embargo, han contribuido con ello a que
sea una de las opciones por defecto en multitud
de servicios online. Hasta ha llegado a verse
como una forma de mala etiqueta en la Red no
incluirlos en ciertos tipos de contenido.
En paralelo, la cultura digital tiene el poder de
amplificar más voces o dar más oportunidades
para que circulen más mensajes y con más
variedad de orígenes. En internet hay más diver-
sidad de voces. Por supuesto, este es un punto
matizable, porque, aunque sea factible que más
personas puedan lanzar sus productos culturales
al mundo, esto no implica necesariamente que
les sea más fácil llegar a las audiencias. Llamar
la atención en el hipersaturado universo de los
contenidos online es difícil, las ventanas para lo-
grarlo son cada vez más breves y el poder de los
gigantes de la cultura es tan elevado dentro de la
Red como lo era antes fuera. Sin embargo, la Red
y los soportes digitales han creado espacios para
nichos y para temas que la industria cultural do-
minante había dejado fuera de sus circuitos. Han
hecho que cualquier cosa pueda ser mainstream.
Ahí está la fanfiction17
, que no solo tiene millones
de consumidores y productores, sino que ha
llegado a muchos y muy variados públicos y está
teniendo un impacto cultural que va mucho más
allá de sus esferas iniciales de impacto.
16 https://www.reasonwhy.es/actualidad/uso-subti-
tulos-gana-popularidad-creatividad-accesibilidad
17 Se trata de textos amateurs que exploran versiones
alternativas de obras y personajes populares. El
concepto no es exactamente nuevo, pero han sido
las comunidades online las que lo han hecho más
conocido y lo han llevado a más personas.
Anuario AC/E de cultura digital 2025
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