Page 32 - El Capitán Trueno. Tras los pasos del héroe
P. 32

30
PATXI LANCEROS
 Dibujo de Ambrós, 1959
popular y mezquina, apta para (casi) todos los públicos, ayuna de calidad. Parecía, fi- nalmente, que esa forma de expresión y difusión que fue creciendo de forma ex- ponencial desde los años treinta del siglo pasado se inscribía en el mare magnum, proceloso, temible y solo vergonzosamente navegable, de la «cultura de masas»; o de la «industria cultural». Y tal vez sea cierto. Lo que no obsta para apuntar que ya desde las vanguardias, la nítida distinción –cla- ra, precisa, una, única– se había vuelto un tanto problemática. Y si tuvo, la distinción, cierta vida póstuma, extraordinariamente bien armada desde el punto de vista teórico (piénsese al menos en Theodor W. Adorno) a la vista de los destrozos y desmanes de la cultura de masas cuando fue colonizada y vigorosamente activada por los fascismos y por el estalinismo soviético, los movimien- tos de finales de la década de los sesenta y, después, la multifacética irrupción pos- moderna convinieron de nuevo en proble- matizar las distinciones. No en anularlas, entiéndase bien, no en aniquilarlas: acaso en multiplicarlas.
No se va resolver aquí esa espinosa cues- tión. Que hoy parece retornar. De otra forma y bajo las condiciones de la globalización y de la mercantilización total. O de su propó- sito. Algo al respecto se dirá en las páginas finales.
DRAMATIS PERSONAE
De los miles de cabeceras que surgieron en buena parte del mundo al calor del éxito del cómic, muy pocas (relativamente) alcanzaron la difusión y la permanencia pretendidas. Muchas menos han cultivado una leyenda (en algunos casos una especie de culto) que hoy se mantiene y prolonga, hasta el punto
 Versión de Paco Nájera sobre dibujo de Ambrós, 2014



























































































   30   31   32   33   34