Page 71 - El Capitán Trueno. Tras los pasos del héroe
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EDIFICIOS PARA LA AVENTURA 69
poco verosímil escalera abierta en el interior del tronco de un árbol en La voz de Zankú, núm. 86), que descienden a abismos peligrosos o que hacen posible la huida del tirano. Las trampas
El Capitán Trueno, 86, «La voz de Zanku», 1958
están por todas partes, ocultas en cualquier rincón de los edificios, haciendo a veces que estos cobren vida incluso mucho después de haber sido abandonados por sus constructores. Muchas de las paredes desmienten su robustez abriéndose de repente al accionarse resortes secretos (El oro de Sir Dinan, núm. 232), los suelos se abren precipitando al Capitán en más de una ocasión a peligrosos pozos (Morgano el mago, núm. 12), los techos se deslizan hacia abajo aplastando a los incau- tos que han pulsado el mecanismo, se abren huecos invisibles para dar paso a flechas, fuego o agua que anegará los recintos, etc. En ocasiones estas trampas pueden llegar incluso a comprometer la supervivencia misma del edificio, como ocurre en El bólido flamígero (núm. 165), donde los acontecimientos se desarrollan en una construcción cuya estructura está deliberada- mente calculada para colapsar en el momento en que una cámara secreta sea llenada de lodo y resulte incapaz de soportar ese exceso de carga.
Y entre estas arquitecturas, que con frecuencia tie- nen más de territorio peligroso o de espacio incierto que de refugio seguro, las que con mayor presencia destacan en las peripecias del Capitán Trueno son, como no podía ser de otro modo, las directamente relacionadas con el ambiente histórico del que emana
El Capitán Trueno, 90, «Morgano el mago», 1958