Page 103 - El poder del pasado. 150 años de arqueología en España
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FIG. 2
El resultado más espectacular de la arqueología española en el exterior tal vez sea la concesión por Egipto del importante templo de Debod, hoy en el Parque del Oeste de Madrid, a nuestro país, como resultado de nuestra participación en la Campaña de Nubia.
que tantas veces lastra las empresas científicas españolas, el personalismo, también aparece como defecto princi- pal de aquella empresa : al ser en mu- chos sentidos resultado del empeño de un solo investigador ( Almagro ), muy pocos de aquellos exploradores españoles de Nubia continuaron tra- bajando en tierras africanas. Solo el interés de Almagro por continuar en Egipto ( en « nuestro » yacimiento de Herakleópolis Magna, donde luego trabajaron Presedo y Pérez Díe hasta nuestros días ) y, durante menos tiem- po y con financiación privada, en Nu- bia ( excavaciones en Abri dirigidas por Víctor M. Fernández, 1978-1981 ), per- mitió que la egiptología y nubiología españolas no desaparecieran tras aquella gran Campaña [ fig. 1 ].
El final del Franquismo fue en buena medida el acto final del largo período de aislamiento español inicia- do en las guerras napoleónicas, salvo los cortos períodos de esperanza repu- blicana, y al igual que cualquier otro ámbito de nuestra vida actual, la ar- queología en el exterior experimentó una expansión inusitada que nos acer- ca a la realidad de otros países de
nuestro entorno. Ya al final de la dicta- dura habían empezado algunas em- presas individuales, como la de Alcina en Ecuador o de González-Echegaray en Jordania, y la primera década tras el cambio vio la proliferación de los pro- yectos arqueológicos en el interior, im- pulsados por las nuevas autonomías con lógicos fines patrimoniales, y algu- nos proyectos nuevos financiados por el ministerio de Educación se dedica- ron a comenzar investigaciones más costosas fuera de nuestras fronteras.
Pero fue la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura ( a veces unido al de Educación como ocu- rre actualmente ), a inicios de los noven- ta, cuando fue director general el ar- queólogo de la Complutense José María Luzón, la que comenzó un ambicioso plan de financiación de proyectos ar- queológicos anuales en el exterior que, aunque con algunos recortes durante los períodos de gobiernos populares y sobre todo en esta última legislatura, continúa por suerte hasta nuestros días. La lista de proyectos y países aborda- dos por ese plan ocuparía mucho más espacio del aquí disponible, pero las re- giones y yacimientos investigados es-
tán en los cinco continentes, destacan- do áreas importantes con abundantes proyectos, como el Próximo Oriente ( Egipto, Líbano, Jordania, Siria, Yemen, Iraq, etc.) o el noreste y este de África ( Egipto, Sudán, Etiopía, Somalilandia, Tanzania, Mozambique ) [ fig. 2 ].
A pesar de los recientes avances, la vieja tradición española de mirarse el ombligo se resiste a desaparecer y to- davía surge, aunque cada vez más de tarde en tarde, la vieja pregunta de por qué irse tan lejos cuando aquí tenemos cosas tan interesantes. Afortunada- mente, los españoles empezamos a mirar también hacia afuera, algo que parece venir como consecuencia lógi- ca de un ambiente de mayor riqueza, educación y democracia. Ahora que muchos observadores afirman que nos quedan ya muy pocas cosas por des- cubrir en este planeta, la arqueología muestra casi a diario que debajo de la tierra quedan innumerables restos de enorme interés que nos hablan y nos enseñan sobre nuestros antepasados, y en la larga tarea de traerlos de nuevo a la luz podemos decir que los españo- les nos encontramos por fin en la pri- mera línea.
La configuración de la arqueología contemporánea en España ( 1960-2017 )
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